Todos quieren la codiciada sede de Ferrovial: Juan Roig, para Valencia

El Gobierno ha reaccionado empitonando a Ferrovial como toro que sale de los toriles por su decisión de cambiar la sede de España a Países Bajos. Que devuelva a la sociedad lo que la sociedad le ha dado, como si la constructora de Rafael del Pino no hubiera realizado las obras o los servicios adjudicados en contratos públicos. Codicioso, avaricioso, evasor fiscal y un largo etc de insultos ha recibido el empresario por parte del propio Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez y de sus socios de la extrema izquierda española por una decisión tomada por un Grupo que ve como el mercado español se le queda pequeño y quiere dar el salto a la mayor economía del mundo, la de Estados Unidos.

En el fondo, todos desean la codiciada sede de uno de los grupos constructor y de servicios más grande del mundo e, incluso, otro empresario de éxito, como es Juan Roig, presidente de Mercadona, señaló, durante la presentación de resultados de 2022, al tiempo, que justifico la subida de precios, a la que calificó de burrada, que ojala Ferrovial trasladase su sede a Valencia.

A Roig le gustaría que esta compañía ubicara su sede central en Valencia, así como la de Ford -cuya sede en España está en Madrid y su planta de producción en Valencia-, e incluso la de Google.

Según ha dicho, le gustaría que todas las empresas del mundo, incluida Google, tuvieran su sede central en España, «a ser posible en la Comunidad Valenciana», y en cuanto a Mercadona, va a seguir en Valencia y no tiene intención de moverse.

No obstante, ha señalado que en la Unión Europea existe libre circulación de trabajadores, mercancías y empresas y esas son las reglas del juego. Y el que no las acepte, esto no lo dijo Roig, puede irse a Cuba, Venezuela o Nicaragua, tres paraísos socialistas donde la riqueza brilla por su ausencia y solo está en manos de unos pocos dirigentes.