Torres sobre la fuerte caída del BBVA en Bolsa: ‘El mercado no sabe valorar la acción’

Torres sobre la fuerte caída del BBVA en Bolsa: ‘El mercado no sabe valorar la acción’

05 noviembre, 2018
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Actualizado: 17 febrero, 2021 14:13
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Carlos Torres, el próximo presidene del BBVA ya tiene una explicación para la caída del 27% de la acción del banco en 2018: «El mercado no nos valora la acción como debe», asegura.

El consejero delegado del BBVA, Carlos Torres Vila, ha opinado hoy que el mercado no valora la acción del banco «como debe», y ha señalado que no están contentos con la evolución de la acción y que seguirán «trabajando y esperando que el mercado lo reconozca más pronto que tarde». Los inversores han castigado durante 2018 durantemente la acción del banco presidido en la actualidad por Francisco González. Cerró el año 2017 en 7,11 euros y ahora cotiza sobre los 5,20 euros, es decir, casi euros menos, que suponen el 27% de su valor en Bolsa, una pérdida de 27 euros por cada 100 invertidos por el accionista del BBVA.

Torres Vila, próximo presidente de la entidad, ha dictado hoy una conferencia en la Universidad de Deusto sobre la transformación digital de la banca.

El consejero delegado ha expuesto las últimas cifras de negocio digital -avanzadas la semana pasada en la presentación de los resultados-, destacando que un tercio de la actividad total del banco se genera ya por canales digitales. Por ejemplo, en agosto un 68 % de las ventas de créditos al consumo fue por vía digital.

La digitalización, ha subrayado, tiene ya un «impacto real en la cuenta de resultados. Mejora la eficiencia, crecen los ingresos al 10 %, con una bajada de los gastos del 8 %, y es una tendencia sostenida» en todos los países en los que opera el banco.

Ante esta argumentación, le han preguntado por qué esas ventajas no se reflejan en el precio de la acción -que hoy cotiza a unos 5,2 euros, tras empezar el año a 7 euros-.

Caen «la (acción) nuestra y la del resto de bancos; llevamos en Europa caídas del 20 %, en nuestro caso, del 27 %. Las cifras (de negocio) nuestras no pueden ser mejores, con crecimientos del 25 % (del beneficio) y las mejores rentabilidades de la industria, pero eso se nos diluye porque el mercado no nos está valorando como debe», ha lamentado Torres Vila.

«¿Por qué?. Hemos tenido inestabilidades en nuestro portafolio». Tras recordar las depreciaciones de la lira turca, el peso argentino o las incertidumbres por las que ha pasado México con el tratado Nafta, el muro de (Donald) Trump y sus elecciones, Torres Vila ha subrayado que el banco gana dinero en todos estos países y ha opinado que «el mercado tiende a exagerar las incertidumbres y miedos».

Pero, ha admitido, «no son excusas, no estamos contentos de la evolución de la acción; seguiremos trabajando y esperemos que el mercado lo reconozca más pronto que tarde».

También al ser preguntado por la posible competencia de gigantes tecnológicos como Google y Amazon, Torres Vila ha explicado que esa competencia por parte de las tecnológicas ha tenido un desarrollo mucho más fuerte en China, con Alipay y Wechat -que permiten pagos por el móvil- que en el resto del mundo, donde ya existían medios de pago muy desarrollados, como las tarjetas de crédito.

En el mundo occidental, ha subrayado, para operar hay que tener una licencia bancaria, y someterse a la regulación de los supervisores, una regulación que «a veces nos limita y a veces nos protege». Por ello, ha abogado porque sea igual para todos.

La ventaja competitiva de los bancos es que «conocemos bien nuestro negocio. La base de clientes nos permite presentarles soluciones sin tener que ir a buscarlos», ha señalado.

El papel del banco va a ser dar asesoría especializada al cliente a partir de los datos, que «son la clave para crear oportunidades, aplicando sobre ellos la tecnología para recomendar en la toma de decisiones», siempre respetando la privacidad, que «no puede ser nunca el precio a pagar por un servicio».

El futuro será así, combinar los canales digitales «con un cambio en el papel de la red de oficinas, que ya es cada vez menos un canal transaccional, para el día a día, y cada vez más un centro de asesoramiento especializado, con oficinas más grandes».

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