Mobile Social Congres muestra faceta controvertida de la industria telefónica

Mobile Social Congres muestra faceta controvertida de la industria telefónica

23 febrero, 2016
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Actualizado: 23 febrero, 2016 0:00
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Barcelona, 23 feb.- La ONG Setem Catalunya ha organizado hoy el Mobile Social Congress como alternativa al Mobile World Congress que se está celebrando en Barcelona esta semana con el objetivo de mostrar «las caras controvertidas de la industria de los teléfonos móviles».

El evento ha ofrecido distintas charlas para explicar los impactos sociales y medioambientales de la producción de teléfonos inteligentes y dispositivos tecnológicos en los países en vías de desarrollo, donde las grandes marcas se aprovechan de una legislación menos restrictiva para obtener mayores beneficios.

Los coloquios han informado sobre cómo estos impactos se producen desde el primer eslabón de la cadena de producción: la extracción de los materiales componentes de los móviles, como el cobalto, que en muchos casos realizan niños, según ha denunciado Amnistía Internacional en base a un informe publicado por la propia organización la semana pasada.

Amnistía Internacional ha explicado que para la investigación fueron entrevistados numerosos mineros artesanales de la República Democrática del Congo, quienes manifestaron que «la exposición al polvo les causa graves problemas de respiración» pero, pese a ello, el gobierno no les ofrece ninguna protección y, además, estos trabajadores «reciben un sueldo de entre uno y dos euros al día».

Además, la Red de Entidades para la República Democrática del Congo ha alertado sobre la relación existente entre el comercio de los minerales utilizados en los móviles y los grupos armados que participan en la Guerra del Congo, que controlan las minas para financiar así su implicación en el conflicto.

Por otro lado, la responsable de campañas de Setem Catalunya, Alba Trepat, ha expuesto las múltiples vulneraciones de los derechos laborales que se producen en las plantas de fabricación asiáticas, donde, por ejemplo, «los trabajadores utilizan productos cancerígenos sin la protección adecuada, exponiéndose a graves problemas de salud como la leucemia, la esclerosis o malformaciones en los fetos».

Trepat ha explicado que las personas que intentan sindicarse son perseguidas y ha apuntado que «en los países asiáticos la afiliación a sindicatos es de solo el 3,5%, una cifra que baja incluso hasta el 1% en el caso de Samsung, que se caracteriza por aplicar estrictas políticas para evitar este hecho, como son amenazas o agresiones».

Setem ha alertado también de que se han registrado jornadas de trabajo de hasta 84 horas semanales, mientras que el máximo establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es de 48 horas, y ha ensalzado a Electronics Watch, un servicio de monitorización independiente sobre las condiciones laborales en las fábricas que pretende involucrar el sector público europeo.

La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha advertido sobre el crecimiento de los residuos electrónicos generados tanto por la carrera del desarrollo tecnológico como por el consumismo de la sociedad, que han hecho surgir vertederos incontrolados en distintos países africanos que perjudican a las comunidades locales.

Las cooperativas Eticom y Fairphone han presentado sus productos como alternativas a los oligopolios de las grandes multinacionales, ofreciendo móviles que intentan asegurar la justicia en todas las fases de la cadena de producción.

Para conseguirlo, Fairphone, por ejemplo, colabora con los sindicatos asiáticos y recupera teléfonos de los vertederos de Ghana para fabricar los nuevos dispositivos, aminorando así el impacto tanto ambiental como social.

Además de las conferencias, el Mobile Social Congress ha proyectado tres documentales sobre los aspectos desconocidos de la producción de móviles y ha contado con la presencia de distintas entidades colaboradoras, como Justícia i Pau o Pangea, que han respondido a las dudas de los asistentes. EFE

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