Modi, entre aplausos por economía y críticas por la falta de libertades

Modi, entre aplausos por economía y críticas por la falta de libertades

29 mayo, 2016
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Actualizado: 29 mayo, 2016 11:02
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Noemí Jabois

Nueva Delhi, 29 may.- Tras cumplir dos años al frente de la India, Narendra Modi y su partido nacionalista hindú BJP conservan una alta estima en medio de una economía boyante aunque no falten las voces críticas por sus supuestos ataques a las libertades públicas y religiosas y las muchas promesas aún por cumplir.

En el último año, las altas expectativas de crecimiento económico se han alternado en las portadas de los periódicos con linchamientos de musulmanes por posesión de carne de vaca y arrestos de críticos por sedición, creando a su vez titulares sobre derrotas y victorias electorales para el BJP en diferentes regiones del país.

Con un crecimiento estimado del 7,6 % para el año fiscal 2015-2016, finalizado el pasado abril, y una inflación que osciló en ese periodo entre el 3,7 % y el 5,7 %, los economistas coinciden en otorgar a Modi un notable en el apartado económico al cumplir esta semana dos años en el poder.

Además de estas cifras, el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio e Industria de la India, Harshavardhan Neotia, aplaudió en su valoración de estos dos años los «esfuerzos» para mejorar el clima de negocios y los consecuentes «grandes» compromisos de inversión obtenidos.

Según datos oficiales, en el recién finalizado periodo 2015-2016 la inversión extranjera directa aumentó un 29 % con respecto al año anterior, hasta los 40.000 millones de dólares.

«En lo que respecta a macroeconomía, la India no duda en que se presentará más estable y fuerte en comparación al verano de 2014», coincidió en señalar el presidente de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria (Assocham, en inglés), Sunil Kanoria.

No obstante, la nota global de la asignatura es para la Assocham un 7 sobre 10, ya que más allá de los grandes indicadores económicos, le preocupan aspectos como la «enorme» cantidad de activos tóxicos de los bancos públicos y la población rural, que «necesita ayuda inmediata».

El Ejecutivo, por su parte, culpa de sus faltas a la oposición.

En un reciente artículo para el diario Mint, el presidente del BJP, Amit Shah, se escudaba en la «hacienda en bancarrota» heredada del anterior Gobierno y en la imposibilidad de aprobar reformas clave debido a la política de «obstruccionismo» de la oposición en el Parlamento.

Muchas de ellas centradas en la economía, Modi ha lanzado desde su llegada al poder una treintena de grandes campañas, algunas en proceso y otras que parecen haberse estancado en la línea de salida.

«Entre un 20 y 30 % de las promesas (electorales) parece que se van a cumplir en los próximos cinco años», estimó a Efe el analista político Praveen Rai, del Centro para el Estudio de Sociedades en Desarrollo.

La popularidad de Modi se mantiene alta a pesar de todo. Según una reciente encuesta de Instavaani, el primer ministro tiene un índice de aprobación del 74 %, ligeramente superior al de su Gobierno.

Su partido viene de ganar las elecciones regionales en el estado de Assam, hasta ahora en manos del histórico partido del Congreso, logrando así entrar en el remoto noreste, al tiempo que aumentó su respaldo en otras zonas del sur y este del país en las que los partidos regionales son muy fuertes.

Rai mantiene que «el BJP lo está haciendo muy, muy bien», a pesar de sus dos grandes derrotas regionales del pasado año, incluida la de la capital del país, que achacó a la alta popularidad de la oposición local.

De hecho, concedió que hay un «ascenso» de los partidos regionales, por lo que la formación nacionalista hindú está ganando «sólo» en aquellas áreas donde está el Congreso de los Nehru-Gandhi, en «caída» libre desde que en las nacionales de 2014 sufrió su peor derrota electoral frente a Modi.

En el plano de las garantías y las libertades, el Ejecutivo ha hecho promesas sobre una mayor transparencia, mejor gobierno o la violencia contra la mujer, pero la investigadora de Human Rights Watch (HRW) para el Sur de Asia, Jayshree Bajoria, cree que no se han «implementado».

Es más, en declaraciones a Efe, Bajoria denunció una utilización de las leyes para acallar a las voces «críticas» con el Gobierno y un aumento en los ataques a 'dalits' o intocables, el escalafón más bajo del sistema social indio.

A Bajoria le preocupan especialmente los ataques a minorías religiosas, después de que se registrasen ataques a iglesias y fuesen asesinados en el último año siete musulmanes por supuesta posesión de carne de vaca, sagrada para la mayoría hindú.

Aunque no hay estadísticas que confirmen un aumento en el número de incidentes, los ataques ocurridos, aseveró la experta de HRW, han sumido a la minorías en una «creciente sensación de inseguridad». EFE

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