Instituciones Penitenciarias han realizado un informe sobre la grabación a los políticos presos separatistas Oriol Junqueras, Raül Romeva y Joaquim Forn donde apunta que fueron conscientes de la existencia de la cámara oculta y llegaron a posar en algún momento.

Era una de las hipótesis que se barajaba desde que se difundieran las imágenes, ahora prohibidas. Según el informe, al que ha tenido acceso El Periódico, «los internos son conocedores en todo momento de estar siendo grabados» en la prisión de Estremera.

Los separatistas cargaron contra las imágenes y señalaban a funcionarios como autores de las mismas. No obstante, el director de la prisión tiene una versión muy distinta debido a las «poses forzadas» que mantienen los políticos presos durante el rodaje y su forma de actuar cuando tienen delante la cámara.

En las imágenes, Junqueras está dando una clase de filosofía en un aula con Romeva de alumno. Para Instituciones Penitenciarias «pueden interpretarse como una simulación». Y es que, se realizó sin el preceptivo permiso para dar la clase, y tampoco se permitió a Junqueras impartirla. De hecho, de todos los presos de la cárcel aparecen solo dos personas.

El informe da por buena una de las teorías en las que se trataría todo de un montaje preparado. En este sentido, exculpa a los funcionarios de introducir objetos ilegales en la cárcel como son los dos dispositivos camuflados, mientras que se asegura que fue un recluso, Alejandro Febles, fugado desde el pasado 3 de junio tras no regresar de un permiso penitenciario.

Y es que, Febles podría haber introducido los dos dispositivos al volver de “uno de los permisos ordinarios de salida de los que habría disfrutado con anterioridad”. No obstante, tampoco se descarta que fuera uno de los tres políticos presos quien las introdujeran tras recibir visitas sin «separación de barreras físicas, con contacto directo con sus interlocutores».