Nacionalistas, proetarras, socialistas y ultraizquierda temen a VOX y lo arrinconan en el Parlamento vasco
La mayoría del Parlamento Vasco, es decir, los nacionalistas del PNV, los proetarrras de EH Bildu, los socialstas del PSE-EE y la ultraizquierda de Elkarrekin Podemos, como en una buena dictadura comunista, ha decidido limitar el tiempo del que dispondrá Vox en la Cámara, así como su capacidad de presentar y defender iniciativas en los plenos que celebre en esta duodécima legislatura.
La Junta de Portavoces y la Mesa del Parlamento Vasco han aprobado este jueves un documento presentado conjuntamente por PNV, EH Bildu, PSE-EE y Elkarrekin Podemos en el que se regulan ciertos aspectos de la actividad parlamentaria y el número de asesores de los que puede disponer cada grupo.
Conforme a este acuerdo cada grupo, excepto el Mixto en el que está únicamente la parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, podrá incluir en el orden del día hasta dos iniciativas, mientras que la formación de extrema derecha solo podrá proponer una cada tres plenos ordinarios.
Ademas, Vox tendrá como tiempo de intervención en los debates un tercio del previsto para el resto de grupos.
En los plenos de control, mientras que PNV, EH Bildu, PSE-EE, Elkarrekin Podemos y PP+Cs podrán presentar dos interpelaciones y cuatro preguntas, Vox verá limitada su capacidad a una interpelación al Gobierno y cuatro preguntas orales, pero cada tres plenos de control.
Existe un precedente en la legislatura entre 2012 y 2016 en la que en el Grupo Mixto también solo hubo un parlamentario, Gorka Maneiro, de UPyD. En aquella ocasión dispuso del mismo tiempo y capacidad de iniciativa que el resto de grupos.
En cuanto al número de asesores por grupo, Vox dispondrá de un solo empleado a cargo del Parlamento, de los 41 del conjunto de los grupos.
La parlamentaria vasca de Vox ha dicho que este jueves se ha atacado «el pluralismo político, fundamental en una democracia y sobra decir que ha sido una cacicada de los partidos tradicionales que han ido en contra de la democracia».
Martínez ha recordado que en cuarenta años del Parlamento no había ocurrido esto, por lo que ha anunciado que estudiarán lo que sea «viable» para defender su posición, sin descartar acudir a la Justicia.
Carmelo Barrio, portavoz del PP, partido que no ha apoyado esta resolución, ha considerado que se ha producido una «arbitrariedad», porque no hay «soporte jurídico para la restricción de derechos parlamentarios, que no se había visto nunca en esta Cámara».
Barrio ha insistido en que no se ha «funcionado correctamente» con medidas como esta o como cuando, ha afirmado, a su grupo se le «impidió» en la Diputación Permanente presentar iniciativas. El representante popular ha argumentado que en un Parlamento lo que hay que hacer es «favorecer el debate y las posibilidades de actuación de los partidos».
El parlamentario del PNV Iñigo Iturrate ha asegurado que lo decidido este jueves es «algo normal y absolutamente democrático» al inicio de una legislatura y ha considerado que lo dicho por Vox es una «pataleta de quien legítimamente representa a 4.500 alaveses, frente al resto de partidos que representan a cientos de miles de ciudadanos».
Iturrate ha apostado por garantizar el derecho a la participación política pero desde el respeto al principio de «proporcionalidad y de representatividad de cada uno», y ha explicado que en la legislatura con UPyD en el Grupo Mixto se comprobó lo «desproporcionado» de aquella situación por lo que se ha querido en esta ocasión «no volver a repetir ese error».
La portavoz de EH Bildu en la Cámara, Maddalen Iriarte, ha añadido que su grupo ha mantenido en todo momento que al «fascismo había que ponerle un cordón sanitario» y que no puede ser la voz de Vox la que «determine la agenda política de esta parte del país», por lo que «hay que aislarlo desde el primer momento».