Obama propone tasa de 10 dólares al petróleo para impulsar transporte limpio

Obama propone tasa de 10 dólares al petróleo para impulsar transporte limpio

04 febrero, 2016
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Actualizado: 04 febrero, 2016 0:00
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Washington, 4 feb.- El presidente estadounidense, Barack Obama, incluirá dentro de su propuesta presupuestaria para 2017 un impuesto de 10 dólares por barril a las petroleras para financiar la mejora de la infraestructura, el transporte público y la innovación en tecnologías limpias, informó hoy la Casa Blanca.

«Nuestro sistema de transporte es excesivamente dependiente del petróleo. Por eso estamos proponiendo financiar las nuevas inversiones a través de un impuesto de 10 dólares por barril aplicado a las petroleras, que será gradualmente implementado en cinco años», señaló el documento del gobierno.

El plan formará parte de la nueva propuesta presupuestaria que Obama presentará la próxima semana para el año fiscal 2017, que comienza en octubre.

De acuerdo con la Administración estadounidense, el sector del transporte es el responsable del 30 % de las emisiones de gas con efecto invernadero.

Con este impuesto, agregó, se busca crear «un incentivo para la innovación dentro del sector privado y la inversión en tecnologías limpias», y se generaría 32.000 millones de dólares al año.

El denominado «Sistema de Transporte Limpio para el siglo XXI» prevé una inversión de 300.000 millones de dólares en la próxima década con el objetivo de potenciar el transporte público, los trenes de alta velocidad, los automóviles sin conductor y otras opciones que reduzcan las emisiones de carbono y la congestión.

Entre ellos, figuran 20.000 millones de dólares para aliviar el tráfico, 10.000 millones en programas de transporte más eficiente a nivel estatal y local y 2.000 millones para vehículos y aviones menos contaminantes.

La propuesta, no obstante, no tiene apenas posibilidades de salir adelante ya que tendría que ser aprobada por el Congreso, actualmente controlado en ambas cámaras por los republicanos, que se oponen frontalmente a cualquier subida impositiva.

Pocos después de darse a conocer, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, aseguró que el plan «está muerto antes de llegar».

«Este impuesto elevaría el precio de la energía, dañando especialmente a los estadounidenses más pobres. Este anuncio (…) muestra que el presidente Obama está todavía en una misión para destruir una de las principales columnas vertebrales de la economía estadounidense», dijo Ryan en un comunicado. EFE

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