Países critican subsidios al acero y China se defiende ante sobrecapacidad
Bruselas, 18 abr.- Países como EEUU e instituciones como la Comisión Europea criticaron hoy los subsidios al sector del acero y la sobrecapacidad de producción de China, que negó prácticas que violen las reglas de la OMC y consideró un error la aplicación de medidas restrictivas a las importaciones.
El representante adjunto de Comercio de EEUU, Robert Holleyman, señaló en rueda de prensa tras un simposio de alto nivel organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que entre 2000 y 2015 la capacidad de producción de su país se ha mantenido en línea con la demanda doméstica.
Por contra, agregó, la de China «ha superado «ampliamente su demanda nacional» y la diferencia ambas fue de 400 millones de toneladas netas en 2015, «tres veces la capacidad de EEUU».
La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, recordó que la industria siderúrgica, que representa en la UE el 1,3 % del PIB y emplea a 340.000 personas altamente capacitadas, ha hecho «considerables esfuerzos para modernizarse».
No obstante, dijo, «especialmente las masivas importaciones de acera de China golpean a Europa muy duramente y el precio ha caído un 14 % en los últimos años».
«Un problema crucial aquí es la implicación de los Estados y la ayuda (estatal) frente a las necesidades del mercado, lo que genera incentivos para sobreproducir», lamentó.
«Los gobiernos no deben subsidiar para mantener a plantas o compañías inviables con vida y tampoco deben apoyar inversiones en nuevas instalaciones que no surgiesen sin esa intervención. Los gobiernos tienen que cumplir las obligaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre subsidios», recalcó.
El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, recordó que la cuota de mercado del país para la producción doméstica en 2010 fue del 50 % y en solo cinco años ha perdido la mitad.
«Creemos que medidas unilaterales tomadas por países no resolverán este problema. Tenemos que confiar en la capacidad del diálogo para llegar a una solución que involucre a todos los países implicados en esta sobrecapacidad», señaló.
«Si no encontramos una solución común y un posible diálogo, todos perderán», advirtió tras el foro, que reunió a representantes de unos 30 países, como China, Japón, Alemania, la India, Rusia, el Reino Unido, EEUU, así como de la UE, la OMC, la OCDE y la Asociación Mundial del Aceros.
El ministro adjunto de China, Zhang Ji, atribuyó a la crisis financiera y a la debilidad de la economía global los problemas del sector, entre otros factores, que se ven agravados por conflictos geopolíticos y el extremismo y el terrorismo.
«Cualquier otro análisis o juicio (…) nos hará perder nuestro camino y fracasar a la hora de hallar soluciones apropiadas», dijo.
Indicó asimismo que China no está sola con el problema de la sobrecapacidad, porque también EEUU y la UE «están siendo afectados por esto en diferentes grados».
Igualmente destacó que China ha reducido en más de 90 millones de toneladas su sobrecapacidad durante el último plan de cinco años (2011-2015) y aseguró que en los próximos reducirá la capacidad en otros 100 millones de toneladas, hasta 150 millones toneladas.
El representante ministerial chino afirmó además que es «incorrecto culpar al comercio internacional de las dificultades de la industria del acero y tomar medidas proteccionistas para restringir las importaciones».
Zhang Ji subrayó que China cumple «estrictamente las reglas de la OMC».
EEUU abogó por pasar de las palabras a la acción y apoyar la recuperación del sector en medidas guiadas por el mercado sin subsidios gubernamentales injustos, en tanto que el viceministro nipón, Takayuki Ueda, defendió un mecanismo de seguimiento.
Malmström propuso un mecanismo de transparencia que permitiría monitorear mejor la evolución de la capacidad del sector, unas directrices sobre políticas gubernamentales y medidas de apoyo para facilitar la reestructuración y minimizar distorsiones, así como compartir información sobre las respectivas industrias.
La reunión de la OCDE no se saldó con una declaración conjunta, sino con un «resumen» de los copresidentes, explicó la vicesecretaria general de la OCDE, Mari Kiviniemi. EFE