El Parlamento portugués reprueba la actitud del Banco Central Europeo
Lisboa, 6 may.- El Parlamento de Portugal aprobó por unanimidad un voto de reprobación a la actitud del Banco Central Europeo (BCE) por su papel en los colapsos de los bancos Banif, en 2015, y Espírito Santo (BES), en 2014.
«La Asamblea de la República expresa su indignación por el comportamiento del Banco Central Europeo por negar la información necesaria para esclarecer las decisiones tomadas en el BES y en el Banif y, en concreto, por ocultar informaciones esenciales», denunció el Parlamento luso.
La iniciativa presentada por el Partido Comunista de Portugal (PCP) obtuvo el voto positivo de todos los partidos, desde el centro-izquierda del Partido Socialista, actualmente en el Gobierno, hasta los centro-derechistas del Partido Social Demócrata (PSD).
Los partidos portugueses ya habían expresado esta semana su indignación por la actitud del vicepresidente del BCE, el portugués Vitor Constancio, quien se negó a comparecer en la comisión parlamentaria que investiga la quiebra del Banif.
Constancio sustenta su negativa alegando que las reglas de la Unión Europea (UE) le pueden obligar a responder al Parlamento Europeo (PE), pero no a uno nacional.
Los partidos, sin embargo, exigen explicaciones a Constancio por su papel en el caso del colapso del Banif, rescatado en diciembre de 2015 con 3.000 millones de euros de fondos públicos e, inmediatamente después, vendido por 150 millones al grupo Santander español.
Según la versión del Banco central de Portugal (BdP), el BCE influyó en la abrupta quiebra del Banif, entonces el octavo mayor banco en Portugal, por haber decretado la suspensión de la cesión de liquidez al banco luso.
El Banif ya presentaba problemas de solvencia desde hace años y en 2013 tuvo que recibir una inyección de 1.100 millones de fondos públicos.
La intervención del banco afectó además a unos 40.000 pequeños accionistas y obligacionistas.
El Banif llegó a ser el octavo mayor banco comercial de Portugal con presencia mayoritaria en las islas Azores y Madeira, a la vez que mantuvo filiales en otros países, como Malta, Cabo Verde o Brasil.
Las fuerzas políticas lusas han lamentado también la falta de colaboración del BCE en la investigación parlamentaria ya finalizada sobre la caída en 2014 del gigante Banco Espírito Santo, entonces una de las más importantes entidades financieras del país.
Esta es la quinta comisión de investigación parlamentaria a la banca portuguesa en apenas ocho años durante los que se han intentado depurar responsabilidades a casos de bancos colapsados. EFE