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Perchas, cafetera o iluminación, algunos requisitos para los pisos turísticos

Perchas, cafetera o iluminación, algunos requisitos para los pisos turísticos

23 abril, 2016
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Actualizado: 23 abril, 2016 0:00
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Madrid, 23 abr.- La resistencia de las perchas, el número de cuartos de baño, tener una cafetera e incluso la iluminación junto a la cama son algunos de los requisitos recogidos en las diferentes normativas autonómicas, no exentas de polémica, que regulan el mercado de las viviendas turísticas de alquiler.

Según denuncia la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), estos requisitos mínimos de calidad pueden ser «desproporcionados», además de muy dispares, desde que su fijación está en manos de las Comunidades Autónomas.

La regulación del sector es competencia de las autonomías desde la entrada en vigor, en junio de 2013, de la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos.

La nueva Ley cede a la regulación regional el alquiler de apartamentos turísticos, como es el caso de las viviendas ofertadas en portales online de economía colaborativa, como HomeAway o Airbnb.

Desde entonces, han surgido todo un abanico de diferentes normativas autonómicas en las que tienen cabida aspectos curiosos, como así resume la CNMC.

En Baleares solo se permite el alquiler de casas unifamiliares o pareadas, no pisos, que deben tener al menos un cuarto de baño por cada 3 huéspedes y es obligatorio proporcionar ropa de cama.

Aragón exige que las habitaciones individuales sean de al menos 6 metros cuadrados, las dobles deben tener como mínimo 10 metros y las triples al menos 14.

En la Comunidad de Madrid es obligatorio que las viviendas dispongan de internet inalámbrico vía wifi y no pueden contratarse por tiempo inferior a 5 días, norma por la que la CNMC presentó un recurso contencioso administrativo, en marzo de 2015, por considerar que «limita la competencia».

Canarias obliga a que las viviendas estén en suelo no turístico, que cuenten con perchas que «sean de material no deformable y estilo homogéneo», y a que haya «iluminación para la lectura junto a cada cama».

Detalles aparte, los criterios generales que deben cumplir los propietarios, con independencia de la región en que se encuentren las viviendas, son: disponer de cédula de habitabilidad, estar registrados en las Direcciones Generales de Turismo para obtener un número de registro y declarar todos los ingresos percibidos.

El alquiler de viviendas turísticas publicitadas en plataformas digitales, al igual que ocurre con el transporte de viajeros a través de portales como Uber, forman parte de lo que la CNMC define como economía colaborativa, aquella por la que los consumidores «tratan de obtener un beneficio a partir de bienes infrautilizados, ofertándolos en internet».

Este nuevo modelo de negocio genera un continuo debate entre hoteleros, plataformas digitales y la propia CNMC, en torno a las facilidades o barreras que las administraciones, con estas normativas, ponen al desarrollo de la actividad.

«No nos oponemos a la regulación, queremos una norma que nos ampare, pero debería ser una ley homogénea con requisitos razonables que no genere barreras a nuestra entrada en el mercado, nuestra participación en el mismo es buena por cuestiones de interés general y competencia», afirma el director de comunicación de HomeAway España, Joseba Cortazar.

Cortazar denuncia que «es anormal que, a diferencia de Europa, España tenga distintas leyes para un mismo producto a lo largo del país».

La CNMC se muestra favorable a dar facilidades a la competencia, como así se recoge en las recomendaciones que el organismo incluye dentro del borrador de informe sobre nuevos modelos de prestación de servicios y economía colaborativa, abierto a consulta pública hasta la semana pasada.

«Eliminar los requisitos técnicos innecesarios o desproporcionados relativos a accesorios de la vivienda y equipamiento mínimo», es una de las recomendaciones que se señala en el citado informe.

Por su parte, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) considera «indudable» que «la aligeración regulatoria que propone el borrador de la CNMC produce graves efectos en la garantía y protección del consumidor».

«Las recomendaciones de la CNMC son discriminatorias», continúan, ya que si «siempre se han justificado las normativas por su protección al consumidor, es contradictorio que estos valores fundamentales solo deban ser protegidos por una parte del sector».

La CNMC tiene previsto publicar las conclusiones definitivas del informe antes del verano, y será entonces cuando hoteleros y plataformas digitales podrán ver si Competencia allana o entorpece el camino a este sector en claro auge. EFE

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