El presidente de Renfe vuelve a Riad para mediar en una disputa por el AVE a la Meca

El presidente de Renfe, Pablo Vázquez, se ha desplazado a Riad en un viaje ordinario, dos semanas después de que volara con apremio a la capital de Arabia Saudí para aclarar las discrepancias que surgieron entre el consorcio español que construye el AVE Medina-La Meca y el contratista, SRO.

Después de las primeras reuniones del pasado 9 de mayo entre Vázquez y representantes de la Saudi Railways Organization (SRO), Arabia Saudí dio 14 meses más de plazo al consorcio español encargado de los trabajos del AVE entre Medina y La Meca.

Además, y como anunció la ministra en funciones de Fomento, Ana Pastor, las autoridades saudíes se han comprometido a ponerse al día en los pagos después de que algunas empresas denunciaran retrasos de hasta 3 meses.

Pastor ha comentado hoy a los a los medios informativos en su viaje a Panamá y a propósito del AVE a La Meca que las obras «van bien» y que «en principio se está pagando» a las empresas del consorcio español, excepto alguna certificación de obra concreta que no se ha reconocido aún.

El pasado viernes, el consejero delegado del consorcio del denominado «AVE del desierto«, Santiago Ruiz, presentó su renuncia al cargo.

El consejero delegado de OHL, una de las empresas que conforman el consorcio, Josep Piqué, ya formuló en su día discrepancias y problemas de gobernanza con Ruiz y avanzó que así lo habían manifestado movidos en defensa de los intereses de sus accionistas.

El consorcio encargado del AVE a la Meca está constituido por doce empresas españolas: Adif, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL Internacional, Renfe y Talgo; que junto con las compañías saudíes Al Rosan y Al Shoula conforman el grupo Al Shoula Group. El «AVE de los peregrinos» está presupuestado en 6.736 millones de euros e incluye el diseño y la construcción de la vía y sistemas, así como el suministro de 35 trenes y la operación, y mantenimiento durante 12 años.