Profesores universitarios desmontan las tóxicas informaciones sobre Siria
Profesores universitarios de la organización Attac Deutschland han desmontado en un duro comunicado las mentiras informativas sobre Siria relacionadas con el papel de Rusia e Irán para poner fin a la guerra civil.
Desde EE UU, con Barack Obama en la Presidencia, se ha puesto a Rusia, Irán y al propio Gobierno sirio en el punto de mira por los ataques a Alepo. Según estos académicos, ambas potencias han agotado todas las vías para buscar una salida pacífica al conflicto y no ha quedado otra que la acción armada para terminar con la guerra civil, según recoge Sputniknews.
EE UU y Arabia Saudí han nutrido las filas del Daesh
EE UU y Occidente han situado a Bashar al-Assad como el principal culpable de la contienda, asegurando que su derrocamiento pondría fin a esta guerra que se ha cobrado ya la vida de casi medio millón de personas y cinco millones de desplazados. No es la primera vez que se busca quitar del Gobierno a Bashar al-Assad. Ya se intentó en 2001, según afirmó Wesley Clark, ex secretario general de la OTAN, tras los brutales atentados del 11-S en EE UU. El propósito inicial no pasaba solo por invadir Irak, sino también otros cinco países de Oriente Próximo y Siria estaba en esta lista. La idea de EE UU no cambió y en 2005 se inició una campaña mediática contra Al-Assad.
Como aliados, EE UU estrechó aún más los lazos con Arabia Saudí, Qatar e Israel, todo para financiar a los terroristas suníes, principales enemigos de los islamistas chiitas -mayoría en Irán y Siria-, según afirmó el reputado periodista de investigación y premio Pulitzer, Seymour Hersh, en 2007.
No obstante, desde Occidente se blanqueaba esta maniobra y se calificó de «moderada» a esta oposición armada y financiada por EE UU y Arabia Saudí, según la organización alemana. Estos moderados estaban formados por miembros de las bandas terroristas Al Qaeda y Frente Al Nusra.
Rusia entró en Siria cuatro años después de estallar la guerra civil
La entrada de Rusia en Siria no fue inmediata. Rusia entra con armamento en el país el pasado 30 de septiembre de 2015. Hasta entonces los rusos consideraban la guerra civil como un conflicto «exclusivamente interno».
No obstante, la ocupación de Daesh -Estado Islámico- en Irak encendió todas las alarmas, más cuando tenían el apoyo de EE UU, Arabia Saudí y Turquía. Estos terroristas llegaron a ocupar la principal ciudad del país, Mosul.
Otra de las tóxicas informaciones de estos académicos se centra en los ataques perpetrados por los rusos y las bajas civiles. Según la organización alemana, los países occidentales realizan un «enfoque unilateral antirruso», agitando la bandera de la «propaganda» y el silenciando los crímenes cometidos por las fuerzas antigubernamentales contra la población civil.
Daesh organizaría el exterminio de las religiones minoritarias en una Siria sin Al-Assad
Uno de los hechos más destacados es la liberación de Alepo. La cruenta batalla de los ejércitos sirio y ruso contra Daesh se ha contado en los medios como si los Gobiernos de Rusia y Siria fueran hostiles contra la población civil, sin tener en cuenta los asesinatos cometidos por los terroristas islamistas. «Pero cuando los ‘rebeldes’ incendiaron ocho autobuses sirios que llegaron a la ciudad para evacuarlos a ellos mismos y sus familias de Alepo, los mismos medios, de repente, parecieron quedarse mudos», señalan en el informe.
Asimismo, los profesores universitarios han criticado a los Gobiernos de Occidente por impedir la negociación con Al-Assad. Según estos académicos, el presidente de Siria da cabida a todas las religiones y minorías, especialmente a cristianos, alauitas y yazidíes, entre otros grupos perseguidos por los terroristas de Daesh. «Por su naturaleza laica esperamos que Assad no renuncie ni deje el camino libre a Daesh para que, seguramente, organice un exterminio masivo de las minorías religiosas y de los alauitas», aseveran los profesores.
La fallida política de cambios de régimen realizada por EE UU, un campo abonado al terrorismo
A los autores de este durísimo comunicado les sorprende que los grandes medios no mencionen «la fatal política de cambios de régimen practicada por EEUU en Oriente Próximo y Oriente Medio«. A menudo se refieren a «Estados fallidos», un terreno abonado para el terrorismo y principal culpable del flujo de refugiados.
Por último, han advertido de la escalada de tensión entre EE UU y Rusia, por lo que han hecho un llamamiento a «todos los grupos sociales a participar en el debate político y, junto con el movimiento por la paz, defender los métodos de prevención de conflictos y guerras».