Puigdemont se arrodilla ante la CUP para sacar los Presupuestos
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se pliega a las exigencias de la CUP, único apoyo para poder sacar adelante los presupuestos. Puigdemont ha asegurado que revertirán los recortes y colocarán a Cataluña «a las puertas del Estado propio».
En la presentación del Plan de Gobierno para la presente legislatura, aprobado por el Ejecutivo catalán y que prevé impulsar 45 leyes en 15 meses, Puigdemont ha explicado en rueda de prensa que para hacer realidad esos objetivos son necesarios «unos presupuestos que permitan implementarlo en su totalidad».
Según Puigdemont, el Govern «prioriza las políticas sociales, pese al ahogo económico y financiero y las amenazas de nuevos recortes que anuncia el Gobierno español», y hace «compatible la atención a las personas con la creación de estructuras de Estado».
Así, ha indicado que su Govern está «netamente comprometido» con la recuperación económica y aplicará medidas «internas» para garantizar el Estado del Bienestar y también de «defensa externa» ante las «amenazas» de «los que quieren atacar este pilar fundamental», ha añadido en alusión al Gobierno del PP.
En su primera conferencia de prensa al cumplirse los 100 días al frente del Govern, Puigdemont ha explicado que, en este periodo «excepcional» con una legislatura que debería finalizar en 15 meses, el ejecutivo impulsará hasta 45 leyes, una parte de ellas dedicadas a articular las «estructuras de Estado«, mientras las farmacias siguen sin cobrar.
El plan de Puigdemont incluye 20 ámbitos de actuación y 79 objetivos desarrollados en 750 medidas ejecutivas, legislativas y normativas, repartidas en tres ejes: el social, para construir «un país más justo«, el económico, para tener «un país con más y mejor trabajo», y el de la regeneración, para una Cataluña «de buenas prácticas».
En el eje social, Puigdemont se ha comprometido a que el proyecto Presupuestos de la Generalitat garantice el «blindaje de las políticas sociales» y ha recalcado que su aprobación permitirá desplegar el plan de choque social.
Ha garantizado, asimismo, que el Govern está «absolutamente comprometido» en asegurar el suministro de gas, agua y electricidad a las familias vulnerables ante los que tienen, ha añadido en alusión al Gobierno, «la tentación de invalidar leyes» como un «castigo» por «cuestiones ideológicas».
También ha expresado el «compromiso máximo» del Gobierno autónomico en la aplicación de la Ley de Educación de Cataluña (LEC) como «marco de referencia» del ejecutivo frente a la LOMCE. «No se puede decir más claro», ha añadido.
En cuanto a los refugiados, Puigdemont -que envió una misiva directamente al comisario europeo de Inmigración de la Unión Europea, Dimitris Avramopoulus- ha incidido que la Generalitat quiere «participar de la solución» de este problema comunitario y ha añadido: «No nos parará nadie».
En materia económica, Puigdemont ha fijado la «hacienda propia» como la «rótula» de la administración de la Generalitat y ha señalado que en los próximos meses se deberá dotar a esta «estructura de Estado» con el sistema informático y el personal necesario para que pueda funcionar como tal y pueda luchar contra el fraude fiscal.
El presidente catalán ha remarcado, también, que la acción exterior es «una pata indispensable» para que Cataluña sea más competitiva y para evitar deslocalizaciones de empresas.
En el ámbito de las infraestructuras, ha reclamado el traspaso completo del servicios de Cercanías para que así la Generalitat «pueda dejar de quejarse» y ha recalcado al Estado que los perjudicados por la actual gestión del servicio «no es el proceso soberanista, son los ciudadanos».
Puigdemont ha apostado asimismo por un «frente político» para impulsar el Corredor Mediterráneo, ya que «tristemente» el Gobierno central no lo considera una «asignatura inexcusable».