Qué opciones de financiación prefieren los españoles

La financiación externa es una forma importante de encontrar liquidez con la que es antes o después muchos españoles entran en contacto. Esto es especialmente así en el mundo de los negocios, tanto si tú mismo eres tu propia empresa como si tienes una PYME o una gran compañía. Avanzar en el campo empresarial a menudo requiere financiación, lo que genera no pocos problemas. Tanto a nivel público como privado, se han puesto en marcha una serie de instrumentos centrados en la financiación que, a través de mecanismos necesarios para determinadas necesidades específicas, tratan de colmar los vacíos del sector financiero. Veamos ahora las dos formas de financiación más utilizadas por los españoles.

La primera es la tarjeta de crédito. Esta última es esencialmente una línea de crédito para particulares que un banco pone a disposición de un cliente. La línea de crédito puede utilizarse para comprar bienes o servicios, o bien para retirar simplemente dinero en efectivo. Generalmente ligado a una cuenta corriente, el crédito concedido por el banco suele estar cubierto por el dinero que posee dicha cuenta corriente o que pagas cada mes con cargo a tu nómina o pensión. Los bienes adquiridos a través de la financiación con tarjeta de crédito pueden ser devueltos al banco a principios del mes siguiente o a través de amortizaciones periódicas (como un préstamo personal), dependiendo del tipo de tarjeta de crédito. Además de las tarjetas de crédito, que siguen siendo el sistema más utilizado, los españoles adoptan a menudo la financiación en línea, centrándose en pequeñas cantidades que deben reembolsar en un plazo relativamente corto. Estas últimas, de las que encontrará más información aquí, son especialmente adecuadas para los casos en los que el vencimiento de un pago inminente se combina de forma muy incómoda con una puntual falta de liquidez, lo que no significa la falta de disponibilidad real.

Las ventajas de una tarjeta de crédito son varias: puedes acceder a dinero en efectivo o puedes pagar bienes y servicios incluso cuando no tienes dinero físicamente en el banco (lo importante es tenerlo cuando, el próximo mes, se retire de tu cuenta bancaria el dinero que has adelantado a través de la tarjeta de crédito). Por otra parte, si se pierde o te lo roban puedes bloquearlo inmediatamente, a diferencia del dinero en efectivo. También puedes hacer un seguimiento de todos los gastos que se realizan fácilmente y, en algunos pagos, puedes tener derecho a un seguro adicional. Consulta aquí el uso de la tarjeta según el BDE.

Los préstamos inmediatos en línea son principalmente destinados y utilizados por aquellos que necesitan responder inmediatamente a acontecimientos económicos imprevistos y gastos inesperados. Las cantidades que conceden son relativamente bajas, oscilando entre 50 y 900 euros, pero a cambio ofrecen algunas ventajas que son difíciles de encontrar en otros mecanismos de financiación. Estos incluyen el hecho de que proporcionan una respuesta inmediata a las solicitudes de crédito a través de una transferencia bancaria en línea. Y a diferencia de otras líneas de financiación, simplemente exigen completar un formulario de solicitud con datos personales, su situación laboral y el número de cuenta bancaria donde desea recibir su depósito.