Renzi supera dos mociones, una de ellas por supuesto tráfico de influencias
Roma, 19 abr.- El Gobierno de Italia, presidido por Matteo Renzi, superó hoy dos mociones de censura en el Senado, una de ellas por un caso de supuesto tráfico de influencias que ha derivado en la reciente dimisión de la ministra de Desarrollo Económico.
La primera moción, promovida por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), recibió 96 votos a favor y 183 en contra y se presentó porque, a juicio de dicho partido, el Gobierno sirve a «las exigencias de los mayores grupos de presión económicos del país».
«El Gobierno de Renzi ha adoptado numerosas normativas que se han revelado no solo idóneas para configurar perfiles típicos del conflicto de intereses, sino funcionales a las exigencias de los mayores grupos de presión económicos del país, como los bancarios, financieros y petroleros», reza el documento.
La segunda moción fue impulsada por la berlusconiana Fuerza Italia (FI), la ultraderechista Liga Norte (LN) y el grupo Conservadores y Reformistas (COR) y también fracasó al recabar 93 votos a favor y 180 en contra.
Esta última iniciativa cita el supuesto tráfico de influencias que ha salpicado al Ejecutivo pero aborda con detenimiento diversos y heterogéneos temas que van desde la gestión de la crisis migratoria hasta la situación económica del país.
En cualquier caso Renzi superó ambos mociones tal y como se preveía, pues el Gobierno cuenta en el Senado con una mayoría estable.
De hecho previamente se mostró despreocupado ante los micrófonos del informativo del canal televisivo público RAI al afirmar: «Estamos acostumbrados a las mociones de censura, nos hace una cada quince días y, cuando están cansados, una al mes».
Esta maniobra política de la oposición se produce después de que se haya destapado una presunta red de favores entre exponentes del Gobierno y miembros de «lobbys» o grupos de presión en la gestión de las perforaciones petrolíferas de la región de Basilicata (sur).
El caso, investigado por la Fiscalía de Potenza, ha provocado la dimisión de la ministra de Desarrollo Económico, Federica Guidi, ya que según la acusación pública trató de favorecer a las empresas de su novio, que operaban en el sector de los hidrocarburos.
Renzi compareció ante el Senado antes de que comenzara la votación y subrayó que «en la investigación de Potenza no hay ninguna hipótesis de corrupción contra el Gobierno».
En este sentido pidió respetar el principio de presunción de inocencia y recordó que «los jueces deben hablar con las sentencias, que deben llegar pronto porque -dijo- queremos saber quién es responsable, el culpable, quién roba».
Sea como fuere los grupos opositores han denunciado el tráfico de influencias que, según los mismos, impera en el Ejecutivo de Renzi.
Y es que también su ministra para las Reformas, Maria Elena Boschi, ha sido acusada de lo mismo después de que el Gobierno rescatara a cuatro bancos en apuros, entre ellos la Banca Etruria, de la que su padre fue vicepresidente durante un tiempo.
Por otro lado Renzi ha sido criticado por sus contrincantes políticos por llamar a la abstención en un referéndum celebrado el pasado domingo para poner fin a la presencia de plataformas petrolíferas en aguas territoriales italianas y que acabó fracasando a causa de la baja participación.
El primer ministro justificó su postura en la defensa de los puestos de trabajo que genera actualmente este sector mientras que distintos partidos políticos, principalmente el M5S, le han acusado de obedecer a las exigencias de los grupos de presión. EFE