Retazos del mundo y reciclados con arte, en la sala de descanso de ARCO

Inmaculada Tapia.

Madrid, 15 feb.- En la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, ARCO, hasta el espacio para el descanso es un lugar dedicado al arte. En esta ocasión, el estudio de Izaskun Chinchilla ha creado un «viaje» imaginario a través del diseño «ecológico».

Así detalla la premiada arquitecta, en una entrevista con Efe, en qué consiste el espacio VIP, en el que se cierran «contratos millonarios», durante los días de la feria, que este año se celebrará del 24 al 28 de febrero, y en el que además se puede «comer», «charlar» y «relajarse».

«Es muy difícil hacer un proyecto perfecto. Con este, queremos lanzar un mensaje a todo el mundo que pase por allí y hacerles ver que hay otras formas de belleza que no tienen que ver con el lujo, tienen que ve con ser creativos», apunta Chinchilla.

Ese deambular por pasillos, que conlleva la feria a la búsqueda de novedades y clásicos, requiere un respiro que ARCO delimita con un espacio VIP que, por cuarto año, sale a concurso convocado por la organización y la revista de decoración AD, junto a un patrocinador, productor de mobiliario que este año corre a cargo de El Corte Inglés.

Chinchilla (Madrid, 1975) es una arquitecta entusiasta, que batalla contra lo establecido, con una mente abierta que le permite crear a partir de una imaginación desbordante, que toma como punto de partida materiales y opciones originales.

«Nos implicamos en este proyecto porque nos gustó mucho el encuentro de tres visiones: la de una feria de arte que habla de un arte pensado para todos los públicos, que se fija desde lo más clásico a lo más rompedor y que mira hacia muchos espacios geográficos», comenta.

La arquitecta, de 41 años, señala, además, que la firma de decoración que viste el espacio «habla de familias españolas normales y corrientes» así que trabajar para la marca «suponía que entendieran formas más innovadoras de concebir un interior».

Chinchilla explica que el hecho de que una revista de decoración, «como AD» forme parte de la estructura le añade al espacio un componente «lifestyle», una manera, según la arquitecta, de demostrar que «el arte es una forma de vida, no una cuestión de objetos».

«El arte va más allá. Te ayuda a entender la historia y a entender tu tiempo, a cómo encontrarte con los amigos o la familia», indica.

Con el objetivo de crear distintos universos geográficos, la sala VIP se estructura alrededor de biombos de un tamaño superior al habitual, paneles que tienen en común con sus antecesores chinos una cualidad, su capacidad para contar historias.

Biombos que traen «pedazos de vidas», construidos a partir de elementos domésticos «reutilizados», que inciden en el compromiso con el medio ambiente del estudio, y que invitan al visitante a moverse con «curiosidad» y a emprender «un viaje propio» a lo largo de los casi 1.000 metros cuadrados del espacio, en el que hay un restaurante y un bar.

Una recreación de las animadas calles de Londres, París, Atenas, Estambul, Dublín o Bali «donde el espacio público tiene un sentido de convivencia completo».

Escaleras de mano antiguas, de manera, llena de gotas de pintura de diferentes colores y con restos de yeso formarán pórticos, barras y estructuras portantes. Ventanas desechadas y recicladas se encargarán de separar ambientes «para proveer de intimidad» a algunos espacios.

«Los relatos de los antiguos biombos hablaban de viajes heroicos y de escenas en frondosos jardines, los nuestros hablan de las vidas de familias contemporáneas y de sus ciudades», dice Chinchilla.

Un «collage» inspirado en obras de arte, «pero muy particularmente», un homenaje a «El Gran Vidrio», de Marcel Duchamp.

Izaskun Chinchilla espera que el espacio despierte en el visitante una mirada creativa hacia su entorno y le ayude a redescubrir la belleza de lo usado y «darle así una nueva vida a lo que pensamos tirar».

Para Izaskun Chinchilla Arquitectos esa sería «una pequeña contribución para afrontar la crisis ecológica de nuestro planeta».

El estudio ganó, en 2015, con su proyecto «City of Dreams», el prestigioso premio Figment, que otorga el Comité de Arquitectos Emergentes (ENYA) y la Asociación de Ingenieros de Estructuras de Nueva York (SEAoNY).EFE

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