Salvador Rus defiende talento y nivel estadista del rey Fernando el Católico
Valladolid, 28 ene.- El rey Fernando el Católico (1452-1516), de quien este año se conmemoran los quinientos años de su muerte, «no ha sido valorado con justicia por la sociedad contemporánea» a pesar de su talento y «nivel impresionante» como gobernante, ha sostenido esta tarde el historiador Salvador Rus.
La historiografía, más centrada en la figura de su esposa Isabel de Castilla (1451-1504), no se ha ocupado lo suficiente del rey de Aragón, a quien Rus ha equiparado en talento y capacidades con Alejandro Magno, el emperador Augusto y Benjamin Disraeli, pese a lo cual su figura ha llegado «distorsionada» a nuestros días.
Salvador Rus, profesor de la Universidad de León, ha presentado esta tarde en Valladolid su libro «Una biografía política de Fernando el Católico», durante un acto celebrado en las Cortes de Castilla y León al que ha asistido el presidente de esta comunidad autónoma, Juan Vicente Herrera.
«Heredó un reino (Corona de Aragón) despoblado, disperso y mutilado, como si fuera una tienda de barrio que, en el plazo de una generación, llegó a situar entre las principales multinacionales del mundo», ha comparado.
No obstante, ha precisado, la historiografía no oficial sí ha situado a Fernando II de Aragón y V de Castilla, de quien el pasado 23 de enero se cumplieron los quinientos años de su muerte en Madrigalejo (Cáceres), como «el mejor rey de España» de todos los tiempos.
Como gobernante, ha añadido, «hizo lo que tenía que hacer en el momento en que debía, y costara lo que costara», a pesar de las dificultades de un tiempo en el que hubo de emplearse a fondo para culminar la Reconquista con la supresión del reino nazarí de Granada, contener las aspiraciones francesas en el Rosellón e integrar el reino de Nápoles.
Otra de sus lúcidas actuaciones, según Rus, consistió en haber sabido disolver el reino de Aragón en el de Castilla, integrarlo «para dar forma al Mediterráneo».
Utilizó para ello la diplomacia y las alianzas matrimoniales a través de una política equilibrada y meditada, ha añadido.
El profesor también ha destacado el papel de Castilla en los albores del siglo XVI, principalmente a través de las universidades de Salamanca y Valladolid, de las cuales «salió la dignidad humana», ha añadido en alusión al nacimiento del Derecho de Gentes, embrión del posterior Derecho Internacional.
«Es una deuda cultural e histórica que hay que reivindicar desde Castilla y León. Si Reino Unido y los Estados Unidos tuvieran la décima parte de lo que hicimos aquí, harían un monumento en cada esquina», ha concluido. EFE