Sánchez buscará una ‘gran coalición’ progresista

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado su intención de conformar una «gran coalición» de fuerzas progresistas para gobernar España, si el jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, fracasa en su objetivo de ser investido de nuevo como presidente.

Después de la sucesión de declaraciones de dirigentes socialistas en torno a la conveniencia o no de un pacto del PSOE con Podemos y otras fuerzas de izquierda, Sánchez ha desvelado en Lisboa que buscará ese acuerdo para «cambiar España».

El anuncio lo ha hecho después de reunirse con el primer ministro luso, el socialista Antonio Costas, que logró arrebatar la presidencia del Gobierno portugués a Pedro Passos Coelho al lograr un acuerdo inédito con el Bloque de Izquierda (aliada en la UE con Podemos y la griega Syriza) y con el Partido Comunista.

Sánchez aspira a reeditar un pacto similar al portugués y hoy ha asegurado que, si Rajoy no consigue ser investido presidente, el PSOE «tenderá la mano a las fuerzas progresistas».

De esa forma, cree que su partido «asumirá su responsabilidad» tras los resultados de las elecciones del 20 de diciembre intentando un entendimiento «en las políticas y no en las siglas».

Lo que ha garantizado es que los diputados del PSOE no apoyarán ni a Rajoy ni a ningún otro representante del PP como presidente del Gobierno.

Poco después de que Sánchez dejara patentes sus intenciones, se refería a ellas la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

En declaraciones a los periodistas en el Congreso, ha recordado a Sánchez que cuando gobiernan los que no ganan, quienes pierden son los ciudadanos.

«Un pacto a la portuguesa sería faltar a la decisión de los españoles en las urnas. Si el señor Sánchez sabe sumar, sabe que no le da y sería la peor opción para España desde el punto de vista institucional porque en ella hay partidos que no están de acuerdo en una visión de la unidad de la nación española que es lo que los electores han dicho en las urnas», ha añadido antes de reclamar una «legislatura moderada, con una buena política económica y social».

Por ello, le ha pedido que anteponga el interés general de los españoles a los «cálculos de partido o personales» a la hora de pensar en la gobernabilidad del país.

También en el Congreso, pero antes de las palabras de Sánchez, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, había advertido de que en España es inviable un pacto como el de Portugal porque el PSOE necesitaría no sólo a la izquierda «más radical» sino también a los independentistas, «que -ha dicho- quieren dejar de formar parte de nuestro país».

«A mí me gustaría más un pacto a la alemana», ha dicho Cospedal en referencia a un acuerdo entre los dos grandes partidos.

Antes de escuchar a Sánchez había habido alusiones de otros partidos de izquierda a un hipotético acuerdo. Así, el dirigente de Podemos Íñigo Errejón había afirmado que «se puede hablar de todo con todos y no es necesario estar de acuerdo como condición previa».

Por parte de Izquierda Unida, Alberto Garzón ha considerado posible frenar un gobierno del PP porque hay «compromisos asumidos» por parte del PSOE, Podemos e IU que podrían sentar las bases para hacer la política «de una manera diferente».

En el PSOE, diversos dirigentes han defendido la legitimidad de Sánchez de intentar formar gobierno si Rajoy no lo consigue.

«¿Por qué no?», se ha preguntado el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, quien, no obstante, ha reiterado que para cualquier negociación con Podemos, este partido debe renunciar a la autodeterminación territorial.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha referido igualmente a la posibilidad de un acuerdo en España como el de Portugal para señalar que «no tiene nada que ver» la situación en ambos países.

Para él, si Sánchez quiere hacer algo similar «tendrá que valorar si la cohesión territorial y social de Portugal es la misma que la de España».