SCC avisa que economía catalana dejaría de funcionar con ruptura «a la brava»

SCC avisa que economía catalana dejaría de funcionar con ruptura «a la brava»

02 febrero, 2016
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Actualizado: 02 febrero, 2016 0:00
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Barcelona, 2 feb.- Societat Civil Catalana (SCC) ha avisado hoy de que una ruptura «a la brava» de Cataluña con el Estado y en sólo 18 meses, como plantea la hoja de ruta independentista, supondría que la economía de esta región «dejara de funcionar», con efectos que se alargarían durante varios años.

Así lo ha advertido el catedrático de la Universidad de Barcelona y exdirector general de la Comisión Europea, Francesc Granell, protagonista del primer Desayuno Económico organizado por la entidad bajo el título «El futuro económico de Cataluña».

A corto plazo, Granell ha descartado una estabilidad política en Cataluña visto «el sainete de Junts pel Sí y la CUP, que no podrán aprobar ningún presupuesto en el Parlamento de Cataluña», una «incertidumbre» que asimismo «no es buena consejera» para efectos dinámicos de la económica como la creación de nuevas empresas, la investigación o los proyectos a largo plazo.

«La incertidumbre está presente, porque en el propio seno de Junts pel Sí hay grupos o partidos que quieren a toda costa que haya una independencia en 18 meses tanto si es pasando por encima del Tribunal Constitucional como si no, o respetando la legalidad o en base a una supuesta legitimidad», ha señalado.

En este sentido, ha alertado de que «una ruptura en 18 meses y a la breva generaría una incertidumbre de tal calibre que durante años no se generarían efectos dinámicos» en la economía catalana, lo que se sumaría a los efectos generados por la salida de la Unión Europea y el eventual regreso de los aranceles fronterizos.

Para Granell, la economía catalana se basa tradicionalmente en su apertura exterior, por lo que «no podría funcionar con un mercado cerrado». «Una economía catalana no podría funcionar de espaldas a la economía mundial», ha dicho el catedrático.

Además, bajo su punto de vista, una hipotética secesión haría «mucho daño» a España y no sería positivo para ella, pero «sería mucho peor para Cataluña que para España en su conjunto, ya que su motor económico ya no es Barcelona, es Madrid, donde están los sectores económicos de mayor empuje».

«Nos miramos demasiado el ombligo. Somos poca cosa y nos creemos que somos fantásticos. Pero hemos de contextualizar lo que es Cataluña en Europa y el mundo», ha reconocido Granell, que ha incidido en que Cataluña se encuentra por debajo del promedio europeo de regiones en competitividad, «la 142 sobre 262».

Así, ha subrayado las dificultades para crear nuevos negocios, la ineficiencia en el mercado laboral que la sitúa como una de las peores regiones europeas o un nivel medio en desarrollo tecnológico e innovación, si bien Cataluña destaca en sanidad -número 17- o infraestructuras, sobre todo las «financiadas por el Estado».

De hecho, Granell ha llegado a calificarlo de «Cataluña low cost», con una industria en «fase de desaparición» y un trabajo de «poca cualificación», agravado por el calendario electoral «incierto» y el proceso soberanista: «Los mítines que estamos acostumbrados a oír a los nacionalistas para el extranjero no favorecen a la economía», ha lamentado.

Ha denunciado además que la eventual independencia catalana provocaría una «incertidumbre total» entre las multinacionales, «más si tenemos en cuenta que la política interna se basa en democracias asamblearias que no sabemos a qué llevan», un «mensaje lamentable de los altos políticos a los inversores» locales e internacionales. EFE

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