Se estrecha el cerco por la tarjeta de móvil que Pablo Iglesias devolvió a su exasesora Dina Bousselham en mal estado
El juez del caso Villarejo ha pedido un «análisis técnico» de la documentación aportada por la exasesora de Podemos Dina Bousselham relativa al intento de reparar la tarjeta de su móvil, que le fue sustraído en 2016, y que dijo haber hecho tras recibirla dañada de manos de Pablo Iglesias, que fue quien la recuperó, al parecer en buen estado.
En una providencia, de la que han informado a Efe fuentes jurídicas, el juez Manuel García Castellón se dirige a la Unidad de Asuntos Internos de la Policía para que practique esta nueva diligencia en el marco de la pieza número 10 del caso Tándem, en la que se investigan posibles actos de espionaje del excomisario José Villarejo en contra de Podemos y de su líder, Pablo Iglesias.
El juez ha requerido este análisis tras recibir los correos electrónicos aportados por Bousselham en relación con las gestiones que esta misma semana dijo que realizó para la recuperación de los archivos que contenía la tarjeta de memoria de su móvil.
En la segunda declaración que prestó este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional como perjudicada, la exasesora de Podemos, que recientemente dejó el partido para dirigir un diario digital, aseguró que al descubrir que estaba estropeada se puso en contacto con una empresa para recuperarla, pero no fue posible.
Según su versión, la tarjeta del móvil que le había sido sustraído, y cuyos datos aparecieron en poder del excomisario tras su detención en la operación Tándem en 2017, ya no funcionaba cuando Iglesias se la entregó unos seis meses después de recuperarla.
También admitió que, a través del móvil que le robaron, compartió con amigos y otros políticos pantallazos del chat de Telegram que integraban dirigentes del partido, entre ellos, Pablo Iglesias, alguno de cuyos comentarios en ese chat aparecieron publicados en «Okdiario» y otros medios.
La afirmación de que la tarjeta era ya inutilizable cuando se la entregó Iglesias plantea una nueva incógnita en la investigación, ya que, según declaró en su día el ahora vicepresidente del Gobierno como perjudicado, cuando a él se la devolvieron funcionaba.
Tras producirse el robo del móvil, el material extraído de la tarjeta llegó a la redacción de «Interviú» en un sobre de forma anónima y tras rechazar publicar su contenido, el presidente del Grupo Zeta, editora de «Interviú», Antonio Asensio, decidió entregar la tarjeta a Iglesias, según corroboraron los propios implicados cuando declararon por estos hechos.
La aparente contradicción entre el testimonio que prestó en su día Iglesias y la versión ofrecida ahora por Bousselham, puede provocar, según las fuentes consultadas, que alguna de las partes pida citar de nuevo al líder de la formación morada para tratar de aclarar en qué momento resultó dañada la tarjeta.
Asunto que el juez intenta ahora de desentrañar con ayuda de esta nueva diligencia, que ha sido acordada el 20 de mayo, dos días después de la comparecencia de forma presencial de Bousselham.