La situación de Abengoa restringirá temporalmente la capacidad de Belo Monte
Río de Janeiro, 17 ene.- La hidroeléctrica brasileña de Belo Monte, que prevé entrar en funcionamiento próximamente, podría tener problemas para dar salida a parte de la energía generada debido a la incierta situación de la española Abengoa, una de las empresas responsables del proyecto, según informaron hoy fuentes oficiales.
Las dificultades que atraviesa Abengoa, que esta semana prevé presentar un plan de viabilidad para evitar el concurso de acreedores, han generado una serie de atrasos, según una información publicada este domingo por Agencia Brasil, que cita un informe de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel).
Debido a su delicada situación financiera, Abengoa paralizó a finales del año pasado las obras de construcción de las líneas de transmisión de energía hacia la región nordeste del país.
«Considerando las previsiones actuales de los agentes es bastante probable que haya restricciones de generación en el período de noviembre de 2016 a julio de 2017», habría señalado la Aneel en su informe.
En un principio, cuando entren en funcionamiento las primeras turbinas, ya que la capacidad de generación aún será baja, Belo Monte podrá transmitir la energía directamente al Sistema Integrado Nacional, a través de la subestación de Xingu.
Sin embargo, según aumente la capacidad de generación de potencia se harán imprescindibles las líneas de transmisión de las que Abengoa es responsable.
El pasado 14 de enero la Justicia brasileña suspendió la licencia de operación de la hidroeléctrica y multó con 225.000 dólares a la empresa Norte Energía, responsable del proyecto, por no compensar a los indios perjudicados por la polémica obra; sin embargo, la empresa espera poner en marcha el proyecto en los próximos meses.
La construcción de Belo Monte, una polémica presa erguida en medio de la mayor selva tropical del mundo, se inició en marzo de 2011 en Altamira, ciudad en el estado brasileño de Pará, pese a la resistencia de indios, agricultores, pescadores y ecologistas, que están preocupados por el impacto del proyecto en la Amazonía.
La obra, con un coste calculado de unos 10.600 millones de dólares, exigió el desplazamiento de entre 16.000 y 25.000 personas, según diversos cálculos ya que su ubicación, sobre el río Xingú, un afluente del Amazonas, inundará 506 kilómetros cuadrados de selva.
Las previsiones de esta agencia nacional indican que la hidroeléctrica de Belo Monte una vez entre en funcionamiento debería generar 1.000 megavatios, hasta alcanzar en 2019 su generación máxima de potencia, en torno a los 11.200 megavatios, según comiencen a operar gradualmente todas sus turbinas. EFE