Softbank multiplica sus pérdidas hasta 8.730 millones por los fondos Vision Fund I y II

El conglomerado tecnológico Softbank perdió 1,41 billones de yenes (8.730 millones de euros) entre abril y septiembre, lo que supone casi once veces más que en el mismo período de un año antes, debido sobre todo a la quiebra de WeWork y a la devaluación del yen en la cartera de los fondos de capital riesgo Vision Fund I y II.

En el citado período, primer semestre del año fiscal nipón, el gigante tecnológico liderado por Masayoshi Son incrementó sus ventas en un 1,4 %, hasta los 3,22 billones de yenes (19.931 millones de euros), según sus resultados publicados hoy, que no incluyen el resultado operativo ni la previsión financiera para todo el ejercicio.

Estos resultados vuelven a reflejar una fuerte fluctuación debido a que Softbank basa sus cuentas en la valoración bursátil del momento de su cartera de inversiones tecnológicas -incluyendo beneficios o pérdidas no realizadas-, que supone su principal negocio y que está gestionada por los fondos de capital riesgo Vision Fund I y II y otro vehículo de inversión en Latinoamérica.

El grupo se anotó una pérdida de 648.000 millones de yenes (4.011 millones de euros) derivada por los tipos de cambio desfavorables, ante la continuada depreciación de la divisa nipona frente al dólar, el euro y otras divisas. En el mismo semestre del año precedente, esta pérdida había ascendido a 1 billón de yenes (6.191 millones de euros).

Los fondos de inversión de Softbank incurrieron en un déficit antes de impuestos de 197.000 millones de yenes (1.219 millones de euros), lo que también supone una reducción notable respecto a los 3,3 billones del año precedente (20.430 millones de euros).

WeWork pasa una alta factura a Softbank

La caída de la firma de espacios de trabajo compartidos WeWork, que en su día fue una de las mayores y más arriesgadas apuestas personales de Son, acarreó a Softbank un balance negativo en el semestre de 234.392 millones de yenes (1.450 millones de euros) por pérdida de inversiones, cancelación de créditos y otros conceptos.

Esto se suma a otras pérdidas multimillonarias que el gigante nipón viene anotando en sus cuentas desde que la valoración bursátil de WeWork se disparara hasta los 47.000 millones de dólares (43.900 millones de euros) a principios de 2019, para desmoronarse solo unos meses después por las dudas sobre los negocios de la empresa y su salida a bolsa.

En el apartado positivo, Softbank se anotó un beneficio especial por la venta de la mayoría de las acciones que poseía del gigante del comercio electrónico chino Alibaba.

Los resultados no incluyen en cambio el impacto de la de oferta pública de venta de la empresa de diseño de chips Arm, considerada la mayor salida a bolsa del año, ya que la firma británica continúa siendo una subsidiaria de Softbank.

El conglomerado japonés ya ha registrado dos años consecutivos en números rojos, y va encaminado a encadenar un tercero por la devaluación del sector tecnológico en el que se concentran sus inversiones.