El sueldo de Tavares en Peugot genera división en Francia

Carlos Tavares duplicó su sueldo en 2015, acorde con el espectacular beneficio que obtuvo el grupo que preside, PSA Peugot Citroen, un 116% más, hasta los 1202 millones de euros frente a los 555 millones cosechados en 2014. El Estado tiene el 14% y ya ha votado en contra de la nueva remuneración.

Frente a las críticas generalizadas de los sindicatos por la elevación de los emolumentos de Tavares en un año, la patronal ha respaldado la decisión del consejo con el argumento de los mismos administradores, que el presidente ha cumplido los objetivos que se le habían marcado, y que la compañía ha sido saneada en un plazo más breve de lo esperado.

El consejo premió a la cúpula doblando el sueldo a Tavares, pero este gesto ha levantado envidias incluso en el Gobierno socialista francés. «Carlos Tavares se equivoca de hacer abstracción de la sensibilidad de los franceses sobre este tema. Debería reflexionar más», afirma el ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, en una entrevista publicada por ‘Le Parisien’, pero ¿es inmoral subir el sueldo a alguien que con su gestión ha conseguido duplicar el beneficio de su empresa?

Los 5,24 millones de euros de remuneración se desglosan en 1,3 millones de euros de salario fijo, 1,93 millones de variable y 130.000 acciones en pago diferido, valoradas actualmente en 2,01 millones.

El Gobierno francés, que trata de legislar en todos los aspectos económicos, pese a ser uno de los países que más preocupa a la economía mundial por su elevados niveles de déficit y deuda, acusa de poco ético a los buenos gestores

Recordó que el antiguo presidente de Airbus, Louis Gallois, había rechazado «ese nivel de remuneración» cuando estaba al frente del gigante europeo de aeronáutica y defensa.

Y aunque reconoció que el actual «número uno» del fabricante automovilístico francés «es un buen directivo, que está solventando con éxito la transición de la empresa«, le lanzó una recomendación: «Al final -argumentó-, creo que la responsabilidad y la ética no se solucionan con la ley, sino con el ejemplo que se da».

Macron hizo hincapié en la regla que aplica el Gobierno a todas las empresas en las que el Estado es accionista, como ocurre con PSA Peugeot Citroen (tiene un 14%): «Vota contra los niveles de remuneración excesivos como éste» de Carlos Tavares.

Una alusión a que los dos administradores que representan al Estado francés en el consejo del constructor automovilístico se pronunciaron contra el incremento de la remuneración del presidente, que no obstante salió adelante por el apoyo de los otros grandes accionistas (esencialmente la familia Peugeot, con un 14 % y el grupo chino Dongfeng Motor, con otro 14%).