Taxistas y controladores aéreos encabezan una jornada de huelgas en Francia

Taxistas y controladores aéreos encabezan una jornada de huelgas en Francia

26 enero, 2016
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Actualizado: 26 enero, 2016 0:00
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Flavia de Farraces

París, 26 ene.- Francia vivió hoy una intensa jornada de huelgas de distintos colectivos: los taxistas salieron contra la competencia de los vehículos con chófer, y los controladores aéreos, los profesores y los funcionarios mostraron sus reivindicaciones salariales.

La protesta de los taxistas franceses contra los llamados vehículos con chófer (VTC), como Uber, se concentró en puntos de acceso clave en varias ciudades, que colapsaron el tráfico y donde se vivieron momentos de tensión.

En los alrededores de París, los manifestantes bloquearon el paso en los aeropuertos de Roissy-Charles de Gaulle y Orly, donde una persona resultó herida y otra fue detenida, en el intento de un conductor de romper la barrera formada por los piquetes.

Los taxistas ocuparon la avenida frente al Ministerio de Economía y obstaculizaron la circulación en la vía periférica que rodea París, en Porte de la Chapelle y Porte Maillot.

El clima era tenso en este último lugar, donde decenas de taxistas arrojaron neumáticos y prendieron hogueras, y la Policía detuvo a 19 personas.

Una violencia que el primer ministro francés, Manuel Valls condenó por «negativa para la profesión y la imagen del país».

A los huelguistas franceses se sumaron compañeros de profesión llegados desde Bélgica, Suiza, España, Italia y Reino Unido.

«La falta de compromiso de los políticos es común. Frente a un sector consolidado que genera miles de puestos de trabajo, parece que se quiere dar rienda suelta a la economía sumergida, el fraude, la evasión fiscal y la falta de garantías», denunció a Efe EL vicepresidente de la Confederación del Taxi de España, Julio Sanz García, que defendió la creación de un sindicato europeo del gremio.

El problema en Francia es «más dramático» que en España, según Sanz, y como muestra comparó la situación en París, con 19.000 taxis frente a 14.200 VTC y en Madrid, con 15.700 taxis frente a 1.500 VTC, según cifras de su asociación.

«Si no reaccionamos, no tardaremos en vivir situaciones similares», agregó Sanz.

En ese sentido, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, aseguró que propondrá a los alcaldes de ciudades como Nueva York, Madrid o Barcelona «trabajar el problema de la ‘uberización’ para fijar ciertas reglas de protección a los trabajadores del sector».

También se vivieron protestas en otras ciudades de Francia, como Toulouse (sur), donde los huelguistas obstruyeron el acceso a la estación de tren y el aeropuerto, y en Marsella (sureste), donde organizaron retenciones en la entrada de la ciudad.

Valls, en una reunión con asociaciones del taxi, se comprometió a «amplificar los controles» a vehículos con chófer, a designar a un mediador para dirigir la negociación y a considerar las «situaciones individuales».

Unas medidas que no fueron bien recibidas entre los manifestantes. Frente al Ministerio de Economía, el taxista Frédéric Grégoire, de 44 años y venido desde Marsella subrayaba a Efe su «falta de confianza», y lamentaba la existencia de «fiscalidades distintas» que favorecen a los VTC en detrimento de los taxistas.

Por eso, aseguró que iba a seguir concentrado en el lugar, al igual que Fabrice Garoyan, taxista parisino de 50 años, que apuntó la falta de cumplimiento de la ley de 2014 que prohibía circular a los VTC en busca de clientes.

Los controladores aéreos fueron otro de los sectores en huelga hoy, con reclamaciones salariales y denuncias de la supresión de un millar de puestos en el último lustro, el 5 % del total.

Los paros obligaron a las compañías aéreas a suspender el 20 % de sus vuelos y generaron retrasos de entre media y una hora, informó la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC).

Los funcionarios franceses también salieron a las calles tras la convocatoria de los grandes sindicatos (CGT, FO y Solidarios) para reclamar un aumento de su remuneración, a pocas semanas de la apertura de negociaciones con el Gobierno, que acepta únicamente una subida «simbólica».

Entre los empleados públicos, los profesores añadieron a la cuestión salarial el rechazo de la reforma educativa prevista para el próximo curso.

Los sindicatos estimaron que un tercio del colectivo se había sumado a las movilizaciones, mientras que el ministerio de Educación señaló un seguimiento del 13 %.

Los profesionales de la enseñanza temen que el nuevo modelo, que concede mayor importancia a los trabajos en grupo, aumente su carga laboral. EFE

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