Tudanca pide que empresas como ‘Flor de Esgueva’ no abandonen la Comunidad

El secretario general del PSOE de Castilla y León y portavoz en las Cortes de Castilla y León, Luis Tudanca, mostró su respaldo a las reivindicaciones de los trabajadores de la quesería vallisoletana ‘Flor de Esgueva’, que pidieron apoyo ante la posible deslocalización de una firma tradicionalmente relacionada con el mundo rural.

Tudanca se reunió con la parte de CSIF en el comité de empresa de la quesería, junto a la viceportavoz, la vallisoletana Patricia Gómez, a los que ofreció el respaldo del grupo socialista dado que el mantenimiento de una empresa vinculada a la agroalimentación es imprescindible para ayudar a fijar y retener población en el medio.

CSIF trasladó al líder socialista su temor ante una posible deslocalización, como ya ha ocurrido con otras firmas de la multinacional propietaria de ‘Flor de Esgueva’, la francesa Lactalis. De hecho, de los 70 trabajadores de la quesería, ya se han producido cuatro despidos, dos prejubilaciones (sin reposición) y dos traslados, llegando a un total de 10 trabajadores para el ajuste de la plantilla antes de que acabe el año y con la continuación de ajuste de plantilla para el año 2023, según informó la dirección de la empresa al comité de empresa.

Por ello, la organización sindical mostró su preocupación por la repercusión que tendrá la pérdida de puestos de trabajo o posible deslocalización de la empresa en otros empleos y en la economía de la provincia y de la Comunidad.

Por eso, Tudanca mostró su deseo de que empresas asentadas en la Comunidad continúen su actividad con el apoyo de las instituciones. Se trata, además, de empresas vinculadas a la industria agroalimentaria que se nutre del sector agroganadero de Castilla y León, por lo que el cierre o traslado afectaría notablemente al sector agrario, imprescindible para frenar la sangría poblacional que sufre nuestra Comunidad, datos refrendados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuya actualización del padrón fija la pérdida de población de Castilla y León en 14.000 habitantes.