UGT da el pelotazo con la burbuja del alquiler en Madrid

UGT, cuyo beneficio en 2016 fue de tan solo 32.551 euros, se suma a la burbuja del alquiler en Madrid con un pelotazo inmobiliario considerable. El sindicato da marcha atrás a la venta de su histórica sede en la calle Hortaleza de Madrid para beneficiarse de las vertiginosas subidas del alquiler en la capital.

El sindicato ha tomado la decisión de alquilar ese sede y rechazar las ofertas de compra del histórico inmueble, donde la cúpula se reúne desde hace 40 años. Los precios de las ofertas de compra alcanzaron los 15 millones de euros, un jugoso ingreso que ayudaría a tapar las caídas en su patrimonio, cifradas en más de 1,5 millones de euros, según se recoge de sus propias cuentas.

El sindicato se ha lanzado, como si de una socimi se tratara, al alquiler del edificio, más cuando en Madrid están subiendo cerca de dos dígitos. Eso sí, el inquilino debe guardar la línea idealista del sindicato, por lo que no valdría cualquier empresa. Según publica elindependiente, el edificio se ha alquilado bajo un contrato confidencial, que no permite saber quién lo ha alquilado y qué uso hará del mismo.

El sindicato ofreció el inmueble a distintas empresas e incluso podría ser la sede social de alguna de ellas, pero por ahora se embolsará cerca de 20 millones en 40 años, disponiendo del edificio una vez finalice el contrato de alquiler.

Estos ingresos serán un revulsivo en las cuentas maltrechas de UGT, más cuando tan solo ha obtenido un beneficio de 32.551 millones de euros, según se desprende de la diferencia entre sus ingresos y gastos. Este montante, cercano al medio millón por año, será un remanente para poder paliar la caída de su patrimonio neto, que se sitúa en los 63,85 millones de euros.

Asimismo, también supone un revulsivo para paliar la caída del 19,41% de sus ingresos debida a una disminución de «ingresos propios y financieros», que se situaron a cierre del año pasado en 18,78 y 3,17 millones, respectivamente. Pero también reducirán los gastos de mantenimiento de su antigua sede. UGT ha perdido cerca de 200.000 afiliados durante la crisis, al tiempo que ha visto recortados los ingresos por subvenciones.