Venezuela se suma a Cuba como país sin libertad

Venezuela se suma a Cuba como país sin libertad

31 enero, 2017
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Actualizado: 31 enero, 2017 20:00
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Venezuela se suma por primera vez a Cuba como país «no libre» de Latinoamérica en el informe anual de Freedom House publicado en Washington.

Venezuela estaba clasificada como nación «parcialmente libre» desde la llegada al poder del fallecido presidente Hugo Chávez en 1999, pero este año descendió a «no libre» por los «esfuerzos» del Gobierno de Nicolás Maduro y de «una Justicia politizada» para limitar el poder de la Asamblea Nacional controlada por la oposición.
«Incluidas una serie de sentencias judiciales que invalidaron nuevas leyes, usurparon la autoridad legislativa para revisar el presupuesto nacional y bloquearon los esfuerzos legislativos para abordar la crisis humanitaria y económica del país», indica el documento, que se publica cada año desde 1973.

Se trata de «un marcado empeoramiento» del «deterioro que han venido experimentando las instituciones democráticas» de Venezuela desde el ascenso al poder de Chávez en 1999

«La combinación de gobierno de mano dura y extrema mala gestión económica de Maduro empujó a su país al estatus de ‘no libre’ por primera vez en 2016», concluye el estudio que la organización independiente presentó hoy en su sede en Washington.
En 2016, Maduro, «confiando en el control que tiene el régimen sobre los tribunales», respondió a la victoria de la oposición en las elecciones parlamentarias «quitándole poder a la Asamblea legislativa y bloqueando el referendo revocatorio presidencial, con lo que impidió el único camino a un cambio ordenado de liderazgo».
La corrupción gubernamental es «generalizada», las fuerzas de seguridad «han mostrado ser incapaces de frenar el crimen violento» y las autoridades «han restringido las libertades civiles y perseguido a los que se perciben como oponentes sin atender al debido proceso».
«Venezuela está emergiendo como un Estado fallido», consideró Arch Puddington, el autor principal del informe, para quien la solución es que «una coalición de países vecinos liderados por democracias, como Chile o Brasil, fuercen algún tipo de cambio».

«La pregunta es si va a haber un Gobierno militar. En ese punto Estados Unidos debería actuar con sanciones u otras medidas», agregó el experto durante la presentación

«Va a importar mucho si Estados Unidos lidera o no en derechos humanos. La de Venezuela es una gran crisis en su región, que es nuestra región. Estados Unidos debe incentivar a los líderes políticos para hacer lo correcto», opinó Tamara Wittes, experta en Oriente Medio del centro de estudios Brookings y exasesora del Departamento de Estado del anterior presidente, Barack Obama.
Cuba, por su parte, sigue clasificada como un país «no libre» por ser «un Estado comunista de un solo partido» que «prohíbe el pluralismo político, reprime a la disidencia y restringe severamente las libertades de prensa, reunión, expresión y asociación».
Además, «el incremento de su relación con Estados Unidos bajo el Gobierno del presidente Barack Obama no resultó en el levantamiento de estas restricciones».
Así las cosas, los expertos consideran que «la apertura política parece lejana a pesar de la muerte de Fidel Castro y de dos años de deshielo con Estados Unidos».

Nicaragua, un régimen similar

Otro de los países que más preocupa es Nicaragua -clasificado como «parcialmente libre»-, al que el presidente Daniel Ortega, con su «régimen similar» al venezolano, llevó en 2016 a su nivel más bajo en libertad en más de 20 años.
«Habiendo puesto al poder judicial a su favor y reducido los medios independientes, Ortega pudo casi eliminar a la oposición en las elecciones presidenciales y legislativas», indica el informe.
En Brasil -clasificado como «libre»-, el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff «obstaculizó el funcionamiento del Gobierno al absorber la atención ejecutiva y legislativa durante meses, e hizo muy poco para resolver la más amplia crisis de corrupción».
En Ecuador, que se mantiene como «parcialmente libre», empeoraron las libertades civiles en 2016 y el 19 de febrero habrá elecciones para escoger al sustituto de Rafael Correa, cuya «mano dura con la oposición política, los periodistas críticos, los manifestantes y las ONG ha llevado un declive sostenido en la libertad durante su mandato».
La nota positiva de la región la pone Colombia -que sigue como «parcialmente libre»-, con el acuerdo de paz con la guewrrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que es un «buen presagio» para una democracia «dañada durante mucho tiempo por la violencia».

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