Verónica Casado propondrá pasar de fase con dos casos por cien mil habitantes
La Junta de Castilla y León contempla flexibilizar el escenario marcado de desescalada y permitir el paso a la fase 1 con dos positivos por 10.000 habitantes para algunas zonas e incluso ciudades, pero siempre que se cumplan con los requisitos sanitarios de aislar a las personas infectadas, poder realizar los test moleculares de PCR en 24 horas y la vigilancia epidemiológica.
Así lo explicó la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en la rueda de prensa telemática para informar de la evolución del covid-19 en Castilla y León y en la que confirmó que ya se ha remitido al Ministerio de Sanidad las 14 zonas básicas de salud, que quedaron fuera el viernes, para que se sumen a las 26 que hoy han estrenado la fase 1.
En este momento, los equipos sanitarios realizan “un análisis pormenorizado” zona por zona para ver si cumplen con los requisitos y poder proponer alguna más a las 14 en los próximos días, si bien, ante las preguntas en relación a cuáles podrían ser, la consejera reconoció que hay varias en, una buena situación pero apeló a la prudencia antes de darlas a conocer.
De esa manera, la Junta puede flexibilizar el actual criterio de cero contagios en 14 días para cambiar a la fase 1, aunque siempre si se puede aislar a los contagiados, si se garantiza la detección precoz y la trazabilidad. En el caso de las ciudades con dos áreas de salud, pasarían cuando cumplan ambas con los dos criterios.
Respecto a la aparición de nuevos casos en municipios que hoy han pasado de fase, como Corrales del Vino, Casado explicó que todos ellos serán monitorizados y añadió que si se puede aislar a los positivos, si son pocos, es decir que no hay una transmisión comunitaria, y se garantiza la vigilancia epidemiológica pueden mantenerse en esa fase, pero de no ser así tendrían que retroceder.
La consejera manifestó que el Ministerio de Sanidad si ha pedido “ir más despacio”, como hace Castilla y León, si bien afirmó que la ausencia de umbrales ha permitido que algunas comunidades “con peores cifras” hayan solicitado el cambio de fase. “Las vamos a coger rápido y espero que no haya repuntes”, aseveró.
En este punto, consideró que algunas comunidades se han centrado más en que cumplen con el número de puestos en Uci o de camas en planta, mientras que Castilla y León ha puesto “unas condiciones de seguridad” como contar con el menor número de casos o la capacidad de la Atención Primaria para la detección, control y vigilancia de los positivos y sus contactos.
Reconoció en este punto que la Atención Primaria no se ha recuperado aun de los recortes de la crisis económica de 2009 y consideró que este es el momento de reflexionar y repensar el modelo para que no se vuelva a repetir y corregir algunas cosas, como la burocracia de los facultativos o incorporar la salud comunitaria.
“Hay que aprovechar esta desgracia para repensar la Atención Primaria”, anotó, convencida de que con ello mejorarán los niveles de salud de las personas, aunque estimó que la reforma tiene que ser global porque no pueden existir 17 modelo distintos.
Por último, explicó que ha concluido “la primera oleda” de la prueba de seroprevalencia, en la que la “participación ha sido buena” y el número previsto para Castilla y León (más de 10.000 seleccionados), y será mañana cuando se envíen las tomas de sangre al Instituto Carlos III.