La versión final del Presupuesto de Portugal incluye más medidas sociales

Lisboa, 16 mar.- Los socialistas y el resto de fuerzas de izquierda dieron hoy luz verde en el Parlamento portugués a la versión final del Presupuesto para 2016, que recoge nuevas medidas de carácter social.

El documento es definido por el Gobierno socialista como pieza clave en su objetivo de «pasar la página de la austeridad» pese a que, para contar con el visto bueno de la Comisión Europea (CE), se vio obligado a incluir en el texto varios «ajustes adicionales».

La subida de algunos impuestos indirectos -como los que gravan combustibles, alcohol y tabaco, entre otros productos- supone en la práctica un aumento de la carga fiscal, una política rechazada por los socios de izquierda del Ejecutivo, que aún así votaron a favor por considerar que en líneas generales el presupuesto supone un avance para el país.

No obstante, las fuerzas de izquierda rechazaron dos propuestas de alteración de la versión inicial del texto relativas al apoyo financiero a Grecia y Turquía con motivo de la crisis de los refugiados.

Las enmiendas fueron presentadas por los socialistas para cumplir con el preacuerdo alcanzado durante la cumbre entre la UE y Turquía y sólo salieron adelante gracias a la abstención del principal grupo de la oposición, el socialdemócrata (PSD, centro-derecha).

El PSD y los democristianos del CDS-PP (el partido más a la derecha del arco parlamentario) fueron los únicos que votaron en contra de la versión final del Presupuesto por considerar que supone un cambio de rumbo peligroso para Portugal.

Además, las dos formaciones cuestionaron que el país consiga cumplir con las metas de reducción del déficit marcadas por el Ejecutivo, que espera bajarlo este año desde el 4,2 % con el que cerró 2015 -penalizado por la liquidación del banco Banif- hasta el 2,2 %.

El Presupuesto para 2016 fue aprobado por primera vez con el voto a favor de toda la izquierda unida e incluye numerosas enmiendas de índole social incorporadas durante las tres últimas semanas de negociaciones en el Parlamento.

Por ejemplo, se autorizó aumentar la deducción fiscal por hijo a 600 euros, la actualización automática de un apoyo social a las familias «en situación de carencia económica grave», mayores ayudas a discapacitados y se incrementó el número de ancianos con derecho a cobrar una subvención específica para este sector de población.

Otras iniciativas aprobadas en esta versión final fueron garantizar la gratuidad de los libros escolares para los alumnos del primer curso de Educación Primaria, así como la creación de una prestación extraordinaria para desempleados que ya no reciben paro.

Las familias con menos rendimientos pagarán menos en concepto de contribución audiovisual -que financia la radio televisión pública portuguesa- y también estarán exentas del impuesto municipal de inmuebles.

Otra medida es la implementación de una deducción del 15 % en la declaración de la renta con los gastos del veterinario, con un límite máximo de 250 euros.

La decisión del principal grupo de la oposición, el PSD, de no presentar ninguna enmienda como señal de rechazo al Presupuesto elaborado por la izquierda fue motivo de polémica.

«Por primera vez en la historia de los debates presupuestarios ha habido un partido que no sólo no presentó ninguna propuesta, sino que también adoptó como principio votar en contra de todo lo que era propuesto, incluso con aquello con lo que estaba de acuerdo», criticó el primer ministro portugués, el socialista António Costa.

El jefe del Ejecutivo insistió en que ahora comienza «el trabajo de fondo» para garantizar la ejecución del Presupuesto y para elaborar un Programa Nacional de Reformas, que deberá entregar en Bruselas con el propósito de garantizar el futuro de la economía portuguesa. EFE