La vitamina D reduce el riesgo de rechazo tras trasplante de médula

La vitamina D reduce el riesgo de rechazo tras trasplante de médula

18 agosto, 2016
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Actualizado: 18 agosto, 2016 12:40
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Un estudio coordinado por la Unidad de Hematología del hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, y publicado en la revista Clinical Cancer Research, confirma los beneficios de la ingesta de vitamina D después del trasplante por sus efectos sobre el sistema inmune.

Esta investigación ha determinado que los pacientes que toman vitamina D tras un trasplante de médula ósea tienen menos riesgo de padecer enfermedad injerto contra huésped, la principal complicación después de este tipo de procedimiento.

Un ensayo clínico multicéntrico español liderado por el hospital sevillano y el primero en su género, ha confirmado esta afirmación tras siete años de estudio, según ha informado un comunicado del Virgen del Rocío. Un total de 150 pacientes han participado en este ensayo, diseñado para confirmar la seguridad y el bajo perfil de toxicidad de este compuesto y su efecto beneficioso.

El estudio comparó los resultados del trasplante en cincuenta pacientes que no tomaron la vitamina con los de otros cincuenta que recibieron un mililitro de vitamina D al día, y con los de cincuenta pacientes más que tomaron unos 5 mililitros al día. Los hospitales de Salamanca, Jerez, Vall d’Hebron, Carlos Haya y el Instituto Catalán de Oncología han colaborado en la selección y seguimiento de pacientes de este ensayo.

Los análisis de sangre de este estudio se centralizaron en el Laboratorio de Citometría del hospital Virgen del Rocío y en esta investigación han participado también investigadores del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), de la Unidad de Ensayos Clínicos (Clara Roso) y hematólogos clínicos, como la doctora Isabel Montero.

La vitamina D, que ayuda al organismo a absorber y fijar el calcio en los huesos, se sintetiza en la piel y precisa del funcionamiento adecuado de riñón e hígado.

Las células del sistema inmune tienen receptores para la vitamina D, de ahí su efecto beneficioso, por ejemplo, facilitando el efecto de dicho sistema inmune frente a diversos patógenos.

Además, facilita la función de una subpoblación de linfocitos, denominados linfocitos T reguladores, que generan tolerancia inmunológica, regulando la respuesta del sistema inmune.

De ahí que los investigadores hayan querido extrapolar estos beneficios al trasplante para prevenir la activación del sistema inmune tras el trasplante, que conduce al desarrollo de la enfermedad injerto contra huésped.

Esta patología se produce cuando las células trasplantadas reconocen al paciente como un extraño y lo atacan, principalmente en la piel, mediante una erupción cutánea; el tubo digestivo (dolor o cólicos abdominales, náuseas, vómitos) o hígado (ictericia, esto es coloración amarillenta de la piel o los ojos).

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