Wang Jianlin: «esperamos el permiso escrito» para demoler Edificio España

Wang Jianlin: «esperamos el permiso escrito» para demoler Edificio España

23 mayo, 2016
|
Actualizado: 23 mayo, 2016 7:19
|
PUBLICIDAD
ignacio
Pekín, 23 may.- El presidente del gigante inmobiliario Wanda, Wang Jianlin, uno de los hombres más ricos de China, rompió su silencio en torno al contencioso por el madrileño Edificio España, al asegurar que aún aguarda una confirmación oficial para que su empresa pueda demolerlo y reconstruirlo desde cero.

«El Ayuntamiento vuelve a hablar con nosotros diciendo que sí podemos demolerlo. Estamos esperando un documento escrito en lugar de una promesa verbal», manifestó el magnate chino en una entrevista para el programa Diálogo para el canal económico de la televisión estatal de su país, CCTV, emitida l domingo por la noche.

En la tanda de preguntas y respuestas, Wang aseguró también que, a causa de sus contenciosos con las autoridades españolas, «el mayor proyecto turístico que planeábamos en España lo trasladamos a Francia».

El empresario no dio detalles sobre ese proyecto, aunque podría tratarse de EuropaCity, el parque de atracciones que Wanda va a construir a las afueras de París con una inversión de 3.000 millones de euros, según se anunció a principios de este año.

«Experimenté los efectos negativos del sistema democrático», contó Wang al explicar que las razones de sus problemas con el Edificio España tenían relación con el cambio de Gobierno en la alcaldía de Madrid, ocupada por el PP cuando compró el inmueble pero que después pasó a manos de Ahora Madrid.

El magnate comentó a los telespectadores chinos, aún no muy familiarizados con la polémica del edificio madrileño, que unos 70.000 ciudadanos secundaron una plataforma para protestar por la demolición del edificio, pero aseguró que ese grupo «no representó la mayoría de los cuatro millones de madrileños».

En todo caso, Wang aclaró a CCTV que entendía el valor histórico para Madrid del edificio, «que es como el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, un símbolo en el corazón de los madrileños».

«Tras la evaluación de expertos españoles se decidió que el edificio no podía aguantar su peso y tenía que ser demolido. No era mi intención, si aún se pudiera utilizar, ¿por qué querría derribarlo?», subrayó el empresario.

En la entrevista, el proyecto español de Wang se presentó como uno de los pocos «puntos negros» en la estrategia global de Wanda, que también se convirtió en la mayor exhibidora de cine mundial con la compra de la estadounidense AMC, y tiene numerosos proyectos inmobiliarios, deportivos y de ocio dentro y fuera de China.

El magnate asimismo desveló detalles sobre las negociaciones del reciente acuerdo con la FIFA para ser uno de los patrocinadores principales del fútbol mundial y lograr los derechos de emisión de los partidos internacionales en Asia.

«Vimos que había cambios en la presidencia (de la FIFA) y mi grupo me aconsejó que esperara unos meses para ver la sustitución y firmar con el nuevo», reveló Wang, quien en efecto firmó ese acuerdo con Gianni Infantino apenas días después de su llegada a la dirección del organismo rector del fútbol mundial.

Wanda posee el 20 por ciento de las acciones del Atlético de Madrid, como muestra del fuerte interés del conglomerado empresarial en los deportes, pero Wang adelantó que no tiene ninguna intención de adquirir clubes de fútbol u otras disciplinas.

«No compraremos clubes de ningún deporte, porque casi ninguno gana dinero, el dinero lo ganan los deportistas», expresó con franqueza el empresario, pese a que otras firmas chinas han adquirido en la actual temporada clubes como el Aston Villa inglés o el Espanyol de Barcelona.

En el programa Wang presentó la publicación de «El camino de Wanda», un libro sobre su ascenso a la cumbre empresarial china que ha publicado en inglés una editorial británica y mostró que detrás de su estrategia internacional se esconde cierto espíritu nacionalista chino.

«En los pasados 200 años, como los extranjeros ocuparon muchas de nuestras tierras y destruyeron gran parte de nuestra cultura, los chinos no tienen mucha confianza y piensan que las cosas del exterior son mejores que las chinas. Mi meta es, a través de mi esfuerzo, cambiar este fenómeno», confesó. EFE

Noticias Relacionadas: