Wikileaks: Así se planeó la avalancha de refugiados hacia Europa

Wikileaks: Así se planeó la avalancha de refugiados hacia Europa

05 enero, 2017
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Actualizado: 05 enero, 2017 17:36
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Turquía estaría detrás de la guerra en Siria y de la avalancha de refugiados hacia Europa, según los archivos desvelados por Wikileaks a finales de 2016.
Los correos publicados, que llegan a los 57.934, están enviados desde la cuenta personal de Berat Albayrak, ministro de Energía y yerno del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Según Wikileaks, el Gobierno turcó mercadeó con el petróleo del Estado Islámico en Irak, pese a que eran pozos robados al Estado iraquí, y por tanto robados al pueblo. Al mismo tiempo, los mismos correos hablan de vetar a la prensa, con duros castigos a los medios críticos con el régimen y tratando de manipular las redes sociales. Una sospecha que se ha hecho realidad con el autogolpe de Estado en Turquía, que ha acabado con miles de detenciones entre militares, jueces, funcionarios y el cierre de medios de comunicación o arrestos a la cúpula de estos medios, periodistas incluidos.
Según una investigación de la Tribuna del País Vasco, los correos de Berat Albayrak desvelan informaciones que pueden ser el mismo origen de la guerra en Siria, al tiempo que revelan los puntos cruciales del plan para los países europeos colindantes con Turquía hayan abierto sus fronteras a millones de refugiados.
Una de las claves la da un correo enviado por Mehmet Ozhan, analista turco de oil price, a Berat. En el mail se da a conocer información publicada en oil-price.com. En ella se explica como Catar había puesto sobre la mesa la construcción de un gaseoducto desde el país a Turquía a través de Siria. Es decir, hacer negocio directo con Europa desde Arabia y reducir la dependencia del petróleo de Rusia.
No obstante, Bashar al Assad, presidente de Siria, no veía con buenos ojos este proyecto, por lo que decidió realizar un diseño diferente, pasando por Irán, Irak y Siria.

Las diferentes facciones del Islam, enfrentadas

Las guerras en Oriente Medio se deben principalmente a la religión que profesan en cada parte. La lucha entre suníes y chiítas viene de varios milenios y aún continúan en la actualidad. Siria es alauí, una religión chiíta que Catar y Arabia Saudí quieren erradicar, mientas que Irak e Irán son chiítas. Los suníes quieren eliminarlos a toda costa.
Asimismo, el Ejecutivo de Al Assad trataba de sacar adelante una economía paralizada. Las conversaciones con Rusia fueron fructíferas y Vladimir Putin dio el visto bueno al gaseoducto diseñado por el Gobierno sirio, que llevaría el gas iraquí al resto de Europa.
Rusia, además, controlaría totalmente la infraestructura, la segunda mayor a Europa, por lo que el oleoducto que pasaría por Irán, Irak y Siria se convirtió en el principal interés. Rusia y Siria hicieron pinza para tratar de parar el proyecto catarí, que ya había mostrado su enemistad.
Según la filtración de Wikileaks, en octubre de 2015 se envió un correo desde el ordenador personal del ministro de Energía turco en el que se mostraba el enfado monumental de los suníes de Arabia Saudí y Catar. Ambas potencias petroleras alardeaban de tener un fuerte arsenal procedente de EE UU y Reino Unido, potencias que había entrado en la guerra en Siria en contra de Assad, ataques que cesaron en 2013, dos años después de iniciarse la guerra civil.
EE UU, con Obama de presidente, había iniciado la ofensiva contra Assad, pero cesó su ataque en 2013, justo después de que los británicos pusieran fin a los ataques. La presión sobre EE UU fue tan fuerte que el Congreso paralizó cualquier acción sobre Siria. Mientras tanto, Rusia movilizaba sus barcos de guerra al Mediterráneo, listos para defender Siria. Fue en ese momento, cuando Reino Unido y EE UU retrocedieron, pero no lo hizo Arabia Saudí.

Arabia Saudí disparó a tres pájaros de un tiro

Según los correos, «el primer paso que dieron Arabia Saudí y Catar fue incrementar su apoyo económico a la Hermandad Musulmana, que pretendía imponer el control sunita en todos los países del Medio Oriente. Los saudíes persuadieron a los Estados Unidos para que apoyaran esta política y los grandes medios de comunicación occidentales se sumaron a esta causa al encuadrar las acciones totalitarias de los Hermanos Musulmanes bajo el benevolente paraguas de las ‘primaveras árabes’». Al mismo tiempo, Arabia Saudí emprendía su lucha contra el frácking, derrumbando el precio del petróleo, golpeando duramente a Rusia e Irán y destruyendo la industria del frácking, tres pájaros de un tiro.
«Por otro lado, Arabia Saudí también tomó otra decisión trascendental: abaratar el precio de su petróleo, lo que provocaba una grave pérdida de competitividad al petróleo ruso, impedía a Irán (beneficiada por el reciente levantamiento del embargo) reestructurar su industria del crudo, paralizaba la producción de fracking en Estados Unidos. De este modo, los saudíes castigaban a todos los implicados en el apoyo a Assad en el Gobierno sirio», afirman los correos.
Paralelamente, el yerno de Erdogan continuaba financiando a los terroristas del Estado Islámico y a otros grupos sunitas para su lucha contra los chiítas.

Comercializar con petróleo, una ofensa, pero no lo es hacerlo con personas

De esta forma, se pagaban a los terroristas, pero sin tener el control de sus decisiones. Se han hecho con el control del petróleo en el norte de Irák y el noroeste de Siria. No obstante, algunas facciones del ISIS se oponen a comercializar con el oro negro, pero prefieren hacerlo con personas. «Las rutas de tráfico de personas establecidas también les sirven para proyectar combatientes a todo el mundo».
«La estrategia es clara: el Estado Islámico provoca el caos en Siria, genera una grave crisis humanitaria para que los refugiados huyan y el propio Estado Islámico, generalmente a través de Libia, ofrece a estos refugiados, entre los que introduce a sus terroristas, una ruta hacia Europa», afirma uno de los correos.

El plan ya estaba en marcha y solo se tenía que sumar Alemania

En el correo electrónico de Berat Albayrak se explicaba que «no es una coincidencia que en este punto, Alemania decidiera ofrecer recompensas de bienestar muy generosas a cualquier inmigrante ilegal que pudiera llegar, a través del Meditarráneo, desde la costa de Libia a las islas italianas. Alemania necesita mano de obra de trabajadores huéspedes de los países más pobres para mantener sus productos competitivos».
El analista de oil-price.net que envía su trabajo al ministro de Energía turco ironiza, además, señalando que «la capacidad de Alemania para seguir exportando con una economía de altos salarios es aclamada por el Gobierno germano como un homenaje al sistema educativo alemán».
La realidad es bien distinta. La canciller Angela Merkel «sabe muy bien que su economía de salarios bajos, de alto rendimiento, es un tributo al sistema educativo turco».
«El Gobierno alemán -continúa- ha permitido la migración sin restricciones desde Turquía desde los primeros años ochenta del pasado siglo. Las ambiciones de salarios bajos de los obreros turcos emigrantes socavaban las facultades de negociación de los sindicatos alemanes».
«Los trabajadores alemanes tenían que mantener sus demandas salariales bajas para evitar que sus trabajos fueran entregados a la mano de obra no calificada turca. Pero el resurgir económico de Turquía en los últimos años ha hecho que el flujo de mano de obra barata hacia Alemania se secara. Y, por ello, el Ejecutivo de Angela Merkel trabaja insistentemente para que millones de inmigrantes lleguen al país a ocupar puestos de trabajo de sueldos bajos con los que ayudar a solventar las presiones inflacionarias», concluye.

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