Divina paciencia
jueves 09/01/2020
Actualizado: 09/1/2020 09:00
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En cualquier otro tiempo y momento el simple desafío entre dos gallos de corral habría sido suficiente para poner al mercado patas arriba. Ahora no, ahora lo más sorprendente es su capacidad para amoldarse a la nueva situación casi sin despeinarse y sin provocar escenitas de pánico. Es más, año tras año los inversores que han apostado por el miedo y la recesión ( con la excepción del oro) son los que pierden dinero. Esto no quiere decir que mañana se arme la de San Quintín y, nuestro gozo y dinero en un pozo, pero el miedo a perder dinero condiciona mucho la inversión. Como invertir para no perder que, en mi opinión, es casi una derrota. El problema para quienes gestionan su capital y el dinero de los demás reside en estos momentos es que no se pueden quedar de brazos cruzados, a ver que le cuento chino le cuentas a tu cliente, y con la geopolítica siempre se sabe como empieza pero no como acaba. 

Winston Churchill dijo un día que la guerra era un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de los militares, y a la  vista de los acontecimientos se podría decir también que la economía es algo demasiado serio para dejarlo en manos de nuestros políticos.

A estas alturas de curso ya sabemos todos también que los partidos políticos no ganan ni pierden elecciones, es la economía la que gana o pierde. Las algaradas propiciadas por la vertiente más radical del nuevo gobierno apenas tendrán efecto en las calles porque las penas con pan y vino son menos y, aunque  hay poco pan, sobra mucho vino. ¡Viva el vino!

Suena mal decirlo pero a uno le entran las ganas de pedir que siga el castigo porque así podremos comprar más barato. Ya saben que hay pocas cosas tan gratificantes como ver oportunidades donde los demás sólo ven calamidades…