Inver-tech

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FERNANDO LATIENDA
21 octubre, 2020
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Actualizado: 21 octubre, 2020 19:33
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En momentos de incertidumbre en los que el miedo se apodera de los mercados podemos dejarnos llevar fácilmente por las corrientes mas extremas que básicamente son dos: la que prevé un galleta de proporciones estratosféricas porqué esto no se puede aguantar por mucho más tiempo y, la que cree, así por las buenas, que mañana todo estará más caro que hoy y que por lo tanto compremos lo que compremos estaremos haciendo un buen negocio. Bancos, aerolíneas, Cellnex, Pharmamar, Tesla o Repsol.

Las bolsas también tienen miedo y se pueden asustar, pero poco con el apoyo de los bancos centrales. Bueno, casi todos menos el Ibex que no hace falta que le baje nadie porque ya baja él solo. También es cierto que los ETFS han desnaturalizado y deshumanizado ese miedo, ese temor o esa preocupación, pero existe y existirá mientras siga habiendo gestores, asesores e inversores de carne y hueso, aunque esto también esta cambiando con la llegada de las fintechs. ¿Se han dado cuenta de lo bien que suena, lo bien que luce el término tech? Si vendes melones y le añades el “tech”, sigues haciendo lo mismo pero suscitas más interés, estás en la onda, a la última. Puede que vendas bastantes más quilos y puede que no. El término “tech”, en sí invita, incita a comprar esa compañía aunque se dedique a vender melones o aunque vaya a ganar dinero cuando las ranas críen pelo. Pero que mas da, como es una “tech” tiene, debe subir en la bolsa.

Hace unos días, un oyente preguntaba cómo le iría mejor con sus inversiones, si siguiendo el estilo de la inversión en valor o el de crecimiento. Cuando alguien lanza este tipo de preguntas al aire lo que busca realmente, más que ayuda, es reafirmarse en su idea. Cada uno es libre y dueño de su dinero pero es mejor no confundir churras con merinas. Hay que tener claras algunas ideas o conceptos. Iberdrola, que hoy ha presentado resultados, cumpliría perfectamente los cánones de una empresa de valor; es estable, pertenece a un sector tan maduro como es el de la generación eléctrica y además es una empresa defensiva con una alta rentabilidad por dividendo. Uber, por su parte, cumpliría los requisitos para ser una empresa growth; se presenta como una empresa de crecimiento porque es una “tech”. Una tecnológica que opera en un mercado cambiante, cuyo principal objetivo es crecer. Y como buena tecnológica no paga dividendos además.

Pues ni lo uno, ni lo otro. Uber no deja de ser un servicio de taxi con una App, sí, muy rápida e intuitiva, pero son taxis. E Iberdrola no es una eléctrica que contamina, es una fuente generadora de energías limpias y en 2023 el 90% de su cartera estará compuesta por renovables y redes reguladas.

Esto viene a cuento, de que si lo que usted busca son certidumbres y llevar la razón siempre habrá alguien dispuesto a dársela y, por supuesto, a cobrarle por ello. Con las cosas del comer no se juega y nos quedan todavía muchas cosas por comprender, entender, vivir y sufrir pero igual que hay que abrir la mente ante el cambio de paradigma que ha generado la pandemia hay puertas que sería mejor cerrar para siempre si lo que busca es una buena rentabilidad.

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