Superciclos y la (no) década

Faltan sólo unos días para que cambiemos de año pero al parecer no de década porque, según la RAE, 2020 es más bien el último año de la década de los años 10 no el inicio de la década de los años 20 del siglo XXI. Nuestro gozo en un pozo. No importa, buscaremos otra escusa para brindar por partida doble o hacemos como que no nos convence la aclaración de la RAE. En todo caso, el futuro que imaginamos ahora es radicalmente distinto al de las décadas anteriores.  Las políticas se anuncian a través de las redes sociales, nuestras preocupaciones son climáticas, demográficas y laborales y, al mismo tiempo que cambian nuestras ideas, se transforman nuestros referentes, nuestras aspiraciones y nuestros miedos.

Uno de los últimos informes publicados por la gestora de UBS cuestiona, por ejemplo, que las empresas como Facebook, Apple o Amazon vayan a ser las grandes estrellas de la década. Sus analistas consideran que se acerca un periodo de ganancias para acciones más pequeñas y centradas en otras ideas de inversión como la sostenibilidad, las terapias génicas, la transformación digital y el agua. Por otro lado, BoA Merrill Lynch augura una década de tipos de interés bajos, una burbuja de activos, calentamiento global, disrupción, cambios demográficos y un perfil deflacionario de deuda.

El futuro nos interesa pero el presente es lo que más nos importa. Estos días podrá leer todo tipo de literatura bursátil que va desde el extremo del optimismo con un año en el que hasta los más tontos van a ser capaces de hacer muchos lápices, al derrotismo más exacerbado que argumenta (empíricamente) que las bolsas darán unos resultados mucho más modestos y mediocres. Podemos cambiar de previsión y de estrategia como de chaqueta. Hace sólo seis meses, cuando hablabas con una persona medianamente informada no le preguntabas si íbamos de cabeza a una crisis, sino cuántos años iba a durar.

Hoy les propongo el juego contrario. ¿ Y si la bolsa hubiese entrado en un periodo alcista de tiempo indefinido? Imposible, dirán algunos porque la bolsa sube y baja. Cierto. Pero si al alguien le hubieran dicho en la década de los 80 -esta vez sí- que el precio de los bonos  iba a subir de forma indefinida y constante durante los siguientes 30 años ( la rentabilidad estaba en el 15% y hoy en el 0%) le habrían tomado por loco. Y es lo que ha pasado.

Evidentemente creer que la bolsa puede subir durante 30 años seguidos es poco riguroso, una  especie de enajenación  pero si algo he aprendido en los últimos cinco años, es que el mercado es impredecible, que puede ocurrir de todo, especialmente si ya ha ocurrido y sobre todo, que hay que tener la mente abierta.

Felices fiestas y prospera (no)década