Al avaro es tristeza hablarle de largueza

Al avaro es tristeza hablarle de largueza

Rafael Jiménez
10 septiembre, 2021
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Actualizado: 10 septiembre, 2021 22:18
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El calvinismo económico del norte  vuelve a atizar al espléndido sur católico y la maltrecha Europa se debate entre Westfalia y San Bartolomé. El problema de todo esto es que tampoco está tan claro quién tiene razón. Y es que las posturas están claramente alejadas.

Por un lado, tanto las economías sureñas tan afectadas por la crisis como el parlamento europeo, que cierran filas para explicar que, antes de desactivar la cláusula de salvaguarda que desactiva el plan de estabilidad y crecimiento, hay que abordar la reforma de las reglas fiscales para adaptarnos a una realidad inédita. Sostienen que, de no hacerlo así, será más complicado y dará lugar a enfrentamientos aplicar unas reglas obsoletas a una realidad radicalmente distinta que nos ha desbordado.

Por el otro, liderados por una Holanda que, por mucho que cambie su nombre sigue siendo ese socio bifaz que tiene una cara de pseudoparaíso fiscal y otra de Torquemada de la ortodoxia presupuestaria, se alinean una serie de pequeñas economías que hacen un ruido desproporcionado para lo que suponen en el conjunto de la economía europea; son las Letonia, Eslovaquia y Chequia, acompañadas por las tres escandinavas que pertenecen al club, más Austria.

Ya hubo expertos que nos dijeron, en la pasada crisis financiera, que la política de austeridad fiscal dificultaría el proceso de reducción de la deuda de los hogares y empresas, y que eso retrasaría la recuperación económica, generando efectos negativos sobre el empleo no sólo a corto plazo, sino también a medio y largo plazo. Y es que el huevo y la gallina vuelven a superarnos, porque los problemas actuales de déficit público no serían la causa de la crisis, sino la consecuencia, y para reducir el déficit y la deuda hay que combatir la recesión, no al contrario.

Pero, ¿y si los austeros tienen razón? ¿Y si primero tenemos que ser cabales y reducir la bola de nieve para luego crecer con bases sanas? Igual es el momento de cambiar el rumbo de una España que ha quebrado ya nada menos que 13 veces y dejar la búsqueda de la decimocuarta a los merengues.

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