Asimetrías

Asimetrías

Javier G. Viviani
06 mayo, 2020
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Actualizado: 06 mayo, 2020 13:37
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La respuesta de las políticas monetarias y fiscales está obedeciendo en el presente a las lecciones aprendidas en el pasado. Estados y bancos centrales se han dado prisa en intenta aliviar la situación. La magnitud de las medidas y las prisas con las que se están aplicando están creando complicaciones excesivas con los desembolsos, y posiblemente otras consecuencias no previstas.

El levantamiento de las restricciones en España va a ser asimétrico. Tan asimétrica o más está siendo la reacción de los distintos países con sus planes de apoyo a las empresas. Se ha optado por nacionalizar compañías estratégicas en riesgo de quiebra o protegerlas de ser compradas de forma hostil por rivales ante su actual debilidad bursátil. Bruselas ya ha preparado el marco legal para facilitarlo. Italia y Francia ya han cogido la delantera. ¿Lo hará España? ¿Debe hacerlo? De esa posibilidad se están beneficiando en Bolsa más las francesas que las españolas que ya tienen participación estatal en su accionariado. Más de un 30% suben desde sus mínimos las EDF, Renault, Orange o Air France. Aquí en España, no llegan al 20% de subida desde sus suelos las REE, Enagas, Bankia o Indra.

De fondo está el factor quiebra. Las compañías más débiles, las que estén asumiendo más riesgo o las que se adapten más lentamente a los cambios, puede que no sobrevivan. Por el contrario, las que tengan mejor posicionamiento competitivo, más cintura y menos deuda podrán hacer frente mejor a las amenazas y aprovechar las oportunidades cuando se presenten.

No se sabe qué porcentaje de empresas van salir de esta. Depende del alcance y duración de las medidas restrictivas que se están tomando y de las herramientas fiscales y monetarias que se utilicen para tratar de minimizar el daño económico.

La respuesta a esta crisis está siendo muy desigual. El Gobierno español está tratando de que la mayor parte del coste económico de esta crisis lo asuman las empresas, sobre todo las de mayor tamaño. El apoyo a las empresas se ha limitado a ofrecerles liquidez no gratuita para que no quiebren ahora y no tengan que despedir a los trabajadores. Esto contrasta con el apoyo  contundente y decidido a las empresas que están realizando otros gobiernos. Sabemos de sobra que el impacto del parón actual será mayor en España que en otras economías por el elevado peso del turismo y la hostelería y, en menor medida, también por el mayor peso de sectores muy cíclicos como la fabricación de automóviles. Si cada país avala a las que le permite su presupuesto, en un mercado único como el europeo se termina corriendo el riesgo de que las empresas ineficientes de países ricos puedan desplazar a las eficientes de los menos ricos.

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