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Angustias en España

Angustias en España

01 junio, 2018
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Actualizado: 01 junio, 2018 13:29
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La vieja coincidencia entre España y Francia podría romperse esta vez si es el centro derecha (PP y Ciudadanos) quien sale ganador del largo conflicto electoral que acaba de empezar.

Efectivamente, desde principios de los 80, cuando en Francia gobernaba el partido socialista aquí era al revés y viceversa. La moción de censura del PSOE es un intento, bastante forzado, de situarse en una mejor posición para las elecciones territoriales de 2019 y las siguientes generales.

Nada apuntaba antes que el socialismo español fuera a mejorar posiciones respecto a hace cuatro años, tampoco que su aliado territorial, Podemos y sus llamadas confluencias, estuvieran ganando terreno. Antes al contrario , los dos temas centrales de la política española, la situación económica y la reacción frente al separatismo, no son temas fuertes para la izquierda.

El nuevo gobierno con el xenófobo Quim Torra a la cabeza transmite el mensaje de ” ni un paso atrás”

La creciente desigualdad no parece otorgar a la izquierda primacías de credibilidad, igual que está sucediendo en toda Europa con la socialdemocracia. El problema catalán ha explotado en estos meses desde octubre de 2017, aplicación del 155 incluido. Lamentablemente extendiéndose, al menos en los temas lingüísticos y educativos, a la Comunidad Valencia y a las Baleares . En la propia Cataluña , el nuevo gobierno con el xenófobo Quim Torra a la cabeza transmite el mensaje de ” ni un paso atrás” para conseguir la república catalana.

Así las cosas parece que Pedro Sánchez considera que poco tiene que perder en la apuesta de la moción de censura. Si la gana irá al próximo calendario electoral demostrando que la vuelta del PSOE es una realidad, apoyado en una coalición de izquierdas y nacionalistas-separatistas. Muy parecido al periodo Rodríguez Zapatero con Maragall. Si la pierde seguirá como está, sin grandes riesgos a su izquierda después de los errores personales de Pablo Iglesias.

Pero hay otra forma de ver las cosas: la presidencia del gobierno obtenida en una moción de censura no tendrá mucho periodo de gracia para un partido que no ha ganado ninguna elección. La agenda está establecida: cambio de ciclo económico y desafío soberanista, probablemente arreciado ante un gobierno con 85 diputados que les debe el puesto. En este último tema serían precisamente los partidos de centro derecha los únicos soportes del futuro gobierno socialista. Respecto al primer tema, la placitud de los mercados de los últimos años respecto a la zona euro parece haber terminado ante el pulso que la estancada Italia plantea al statu quo alemán en la organización del euro.

Este puede ser malo para España por el posible contagio , puede ser bueno si obliga a Alemania a aceptar la unión bancaria y financiera más rápido.” Europa se construye en las crisis” nos han repetido reiteradamente los optimistas, pues hay indicios de que Italia quiere plantear una.

Pero el cambio de gobierno en España en mitad de semejante modificación de percepción de los riesgos euro puede ser mal interpretado, para una economía con casi el 100% de deuda pública sobre el PIB, más de 260% de deuda total, 170% de deuda exterior ( incluidos los pasivos del BDE), con un déficit público del 2,7%, pese a crecer cerca del 3%. El expreso apoyo de Podemos, imprescindible para un PSOE solo con 85 diputados, no es lo más más recomendable en este previsible cambio de escenario de riesgos. No solo será el partido socialista el que se enfrente a tremendos desafíos si triunfa la moción de censura, el Partido Popular tendría la oportunidad de cambiar de líder, algo que hasta ahora parecía imposible pese a parecer imprescindible.

Incluso la primogenitura del centro derecha no estaría tan en peligro desaparecido Rajoy, con un Ciudadanos que habría entonces dejado pasar su mejor oportunidad de ir más allá de la unidad de España en sus mensajes, mientras que el PP estaba paralizado

Un cambio de liderazgo desde la oposición , con un electorado convencido que el gobierno se le ha birlado un escenario relativamente positivo con elecciones sucesivas en los próximos dos años. Incluso la primogenitura del centro derecha no estaría tan en peligro desaparecido Rajoy, con un Ciudadanos que habría entonces dejado pasar su mejor oportunidad de ir más allá de la unidad de España en sus mensajes, mientras que el PP estaba paralizado. Mucho dependerá cómo y quién ocupe la presidencia del PP: no será lo mismo que Rajoy se vaya que que haya que echarlo; la persona será desde luego crucial. Cuanto antes mejor.

Si triunfa la moción de censura, Pedro Sánchez habrá desde luego tenido una gran victoria personal , incluso sobre parte de su propio partido. Es inevitable que a la opinión pública le atraiga un ganador. Sobre eso tendrá que construir su liderazgo, ya que no tiene respaldo electoral . El PSOE parece que va intentar gobernar con un giro a la izquierda, volviendo a dar protagonismo a los sindicatos, su gran agente electoral en las próximas citas ante las urnas. Pero no estamos ya en la época dorada de la socialdemocracia, antes al contrario el electorado español vota más centro derecha que antes, como en el conjunto de la Unión Europea.

El PSOE parece que va intentar gobernar con un giro a la izquierda, volviendo a dar protagonismo a los sindicatos

Es más que posible que Sánchez de presidente no pueda aprobar ningún presupuesto, incluso ninguna ley. En una división clásica derecha -izquierda el Parlamento está inclinado al centro derecha. Las recetas políticas y económicas tradicionales del socialismo español eran de otros tiempos. Además sus actuales socios de izquierdas, Podemos et al, son más numerosos y más de izquierdas que en aquellas ocasiones. Los nacionalistas se han convertido en separatistas, lo que el votante socialista no es. Incluso la regla no escrita , pero existente, de no cambiar al ganador de unas elecciones con los votos nacionalistas ha muerto en esta ocasión.

La audacia que ha traído hasta aquí a Pedro Sánchez ya no será suficiente . Eso sí,habrá conseguido que el secular reparto de gobiernos entre Francia y España se cumpla. A lo mejor todo pasa por eso. Quizás al partido socialista español le acabe pasando lo sucedido al francés: desaparecer.

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