Buena noticia: el triunfo contra la pobreza

Resulta interesante comprobar que el 90% de los europeos no se han enterado de los buenos resultados obtenidos en la lucha contra la pobreza en el mundo, gracias a la economía de mercado.

Según datos de las Naciones Unidas, en 1990 había 1.926 millones de personas en situación de pobreza extrema, porque no disponían más que 1,25 USA de ingreso diario. En el 2015, esta cifra bajó a 836 millones, principalmente en la China y en la India. Para más detalles, ver videos en Youtube poniendo en el buscador: ‘negative results of development aid to poor countries’.

Concretamente, en la China en 1990 vivía el 61% de la población en extrema pobreza, no pudiendo comer sino una vez al día. Hoy esta proporción es sólo del 4%. En el Sudeste Asiático esta proporción bajó del 50% a menos del 20%. Hasta en los países subsaharianos, los más pobres del mundo, se registran progresos.

Toda una serie de investigadores en el sector socio-económico han comprobado que los programas billonarios de ayuda al desarrollo han tenido un impacto mínimo en el mejoramiento de las condiciones de vida de los más pobres, porque el que se malacostumbra a vivir de ayudas no despliega sus propias potencialidades y también porque las grandes inyecciones de dinero en los países pobres se han volatilizado en parte rápidamente en la vorágine de la corrupción de los funcionarios públicos que tenían la responsabilidad de hacer llegar la ayuda a su destino. Y lo más triste es que la parte dadora de la ayuda también se llevaba un buen bocado vía sueldos, costos estructurales y facturas apañadas en relación a la importación de equipos y pago de servicios.

Estos hechos indican que virtualmente no hay límites al incremento de la producción de alimentos, gracias a lo cual cabe esperar ulteriores progresos en la lucha contra la pobreza extrema.

Pero al mismo tiempo hay que considerar que una situación económica modesta de hecho no es obstáculo alguna para que la gente sea feliz, siempre que vivan según de su propia religión o cultura principios éticos. Esta gente que se pone a trabajar no son desheredados llenos de rencor contra los más ricos, sino que comprenden y aceptan las diferencias de nivel económico entre las naciones. La omnipresencia del internet les permite al mismo tiempo tener un conocimiento y un seguimiento sin precedentes de todo el mundo.