Apareció el primer cisne negro del año

No sé si ustedes tienen la misma sensación que yo de que apenas llevamos un mes de 2020 y ya han pasado y están pasando demasiadas cosas. Aparte de la política y de que ya tenemos nuevo gobierno de coalición con un presidente, Pedro Sánchez, y un vicepresidente, Pablo Iglesias, “encantados” de haberse conocido, empezamos febrero con un socio menos de la UE. El pasado 31 de enero, el Reino Unido abandonó el club comunitario..el Brexit llegó para quedarse pero esto es sólo el principio, ahora hay que volver a renegociar todo y ver cómo se va dando forma a una situación “anómala” en la vieja Europa. Después de tantas votaciones en el Parlamento británico, aplazamientos, retrasos e incluso dimisiones (acuérdense de la exprimera ministra Theresa May), los 27 ya son 26. Mientras tanto, en EEUU tienen un presidente, Donald Trump, que previblemente salga “sin despeinarse” de un proceso de impeachment y que volverá a hacer a “America, great again”. De momento, ya ha conseguido un acuerdo comercial con China que ha sabido “vender” a los suyos como el mejor trato que se ha firmado jamás aunque casi ni le ha dado tiempo a “saborear” la victoria porque el mundo está más pendiente de un virus que va camino de ser más letal que el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave) de 2003. Según los datos que va facilitando la Comisión Nacional de Salud de China, el nuevo coronavirus ha causado en toda China más de 17.200 infectados y casi 400 muertos. Las autoridades han aumentado la alerta, han aislado otra ciudad entera e incluso han prohibido la celebración de funerales como parte de los esfuerzos por controlar el brote. La industria cinematográfica también sufre la crisis del coronavirus y el estudio de cine más grande del mundo, el Hengdian World Studios, ha cerrado para frenar la expansión del virus. Los cines de todo el país llevan varios días cerrados “hasta nuevo aviso” y ni siquiera han permitido como excepción las festividades del Año Nuevo chino. Todo está paralizado,  casi toda la China continental (y hablamos de muchos miles de kilómetros y de millones de persona) está en “cuarentena”. Y aún así, nos siguen sorprendiendo porque han sido capaces de levantar un hospital en apenas diez días y convertirlo en el símbolo de la lucha del gigante asiático contra la expansión del virus y en su publicidad al exterior más efectiva.