El campo se moviliza

Empieza a ser habitual que todos los días veamos a los agricultores y ganaderos salir a las calles y cortar carreteras y autovías con sus tractores para exigir respuestas a la crisis que atraviesa el sector. Reivindican precios justos para el campo español, del que viven o más bien sobreviven miles de familias en nuestro país, y no pararán en sus protestas hasta que el gobierno les dé soluciones concretas y urgentes. De momento, en el calendario de movilizaciones tienen hasta mediados de marzo y llegarán hasta donde tengan que llegar para denunciar que muchos no llegan ni siquiera a cubrir los gastos. El asunto es grave y podría ir a peor si sale adelante la propuesta del Consejo Europeo de recortar un 14% los fondos de la PAC (Política Agraria Común) del nuevo presupuesto comunitario. Pero quizás la culpa no sea solo de Bruselas sino que debería servir para reflexionar sobre el campo español. ¿Tiene futuro? Es una de las preguntas que esta semana les hice a los contertulios porque quería conocer su opinión de un tema complejo y de difícil solución. Los lemas de las pancartas suenan muy bien “el campo unido jamás será vencido” o éste otro, “si el campo muere, la ciudad no come” pero, en verdad, hay que procurar que sobreviva económicamente y no a través de subvenciones mal dadas y que llegan tarde. Me contaban que España no es Francia, donde los agricultores han hecho del campo una identidad nacional, para ellos es “le pays”… aquí, lamentablemente no es lo mismo. Tenemos un campo con excedentes, una agricultura poco eficiente, sin especializar y al margen de los mecanismos del mercado que no ha necesitado ocuparse ni preocuparse por orientar su producción a las nuevas tendencias… no basta con culpar a países terceros por querer vendernos sus productos más baratos. El problema es que seguimos necesitando el campo y habría que repensar para qué debería servirnos… ya no es suficiente plantar hectáreas de girasol o de lo que sea que después ni se recogen, hay que ponerse en marcha hacia otra forma de sacarle provecho al campo, de hacerlo más sostenible con el medio ambiente y menos contaminante.