El Prado cumple años

Me van a permitir que esta vez no les haga partícipes de lo que me han contado esta semana los contertulios y les escriba sobre una de mis “pasiones”, el arte. Y es que entenderán que no podía dejar pasar la oportunidad de felicitar al Museo del Prado que ha cumplido 200 años.. ahí está y que siga por muchos años más. Me gustaría ser una de esas personas que todavía no lo han visitado ni recorrido sus salas para disfrutar de esa primera vez.. del “gusto” de encontrarse, por ejemplo, frente a frente con “Las Meninas”, de Velázquez. Las felicitaciones a una de las pinacotecas más importantes del mundo han sido numerosas, desde personalidades de la cultura a nuestros políticos que también querían dedicarle unas palabras a un museo que ni siquiera en sus comienzos, a finales del siglo XVIII, pudo imaginarse que llegaría a seguir en pie dos siglos después.

Si todavía no lo han visitado, les recomiendo que lo hagan aunque no tengan nociones de pintura ni de historia del arte. Puede ser una experiencia fascinante pasear por sus 22.000 metros cuadrados y descubrir a los grandes maestros, los mismos que estudiábamos en los manuales de Instituto pero ahora viéndolos en persona. La lista es larguísima.. si me preguntaran por dónde empezaría el recorrido, no sabría qué decirles porque el Museo permite tantos paseos, tantas visitas que lo que menos importa es por dónde se empieza. Para mí, cada obra que se expone en sus paredes merece nuestra atención.. en ocasiones, quizás por su belleza o porque fue pintada por un genio de los de antes o esculpida por unas manos magistrales pero todas ellas nos invitan a descubrir su historia porque, al final, de lo que estamos hablando es de eso precisamente.. de HISTORIA, la de España, la de Europa.. y en esa historia, ustedes y yo también formamos parte como lo fueron los Austrias, los Borbones o los nobles del siglo XVII que se hacían pintar en retratos para pasar a la posteridad. El Prado es pasado, es presente.. pero, espero y confío, que también sea futuro, sobre todo por nuestro bien.