El Buey deja atrás a la Rata

Este Año Nuevo Lunar será diferente a cualquier otro en Asia. Normalmente, en estas tradicionales fechas de reuniones familiares que implican miles de millones de desplazamientos en la víspera de Año Nuevo, la pandemia de Covid-19 lo ha cambiado todo.

Si bien la región ha conseguido controlar mejor la propagación del virus que el resto del mundo, los gobiernos no han relajado las restricciones de distanciamiento social, lo que dificulta las reuniones familiares y de amigos.

El primer ministro de Vietnam ha instado a los ciudadanos a evitar viajar, mientras que las autoridades japonesas planean extender las restricciones de emergencia hasta la próxima semana.

Corea del Sur mantiene cierres de escuelas y restricciones a la hora de comer, y en Singapur, los propietarios de restaurantes dicen que se enfrentan a un futuro incierto. Hong Kong ha anunciando la relajación de algunas medidas.

Si bien los contagios diarios en China se han reducido a unos pocos, el proceso de vacunación ha tenido menos éxito. Está previsto que el país más poblado de la Tierra (1.393 millones de habitantes) no alcance su objetivo de vacunar a 50 millones de personas antes de que comience la semana de vacaciones.

El Año Nuevo Lunar en China, conocido también como el Festival de Primavera, suele protagonizar el mayor movimiento migratorio del planeta, pero este año será muy diferente. Las autoridades de Pekín esperan una caída en los viajes nacionales de más del 60% respecto a 2019, antes del inicio del brote.

Los gobiernos locales han impuesto la obligatoriedad de tests y cuarentenas, incluso algunos ofrecen subsidios para quienes permanezcan en sus trabajos. Eso podría ayudar a las exportaciones, pero significa un revés para fomentar el consumo interno e impulsar a la segunda mayor economía del mundo.

Este 2021 se conmemora el Año del Buey, un animal cuyas cualidades, según su horóscopo, son la diligencia, fiabilidad, fuerza y esfuerzo. Atrás queda el maldito Año de la Rata marcado por el coronavirus.