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Europa perjudicada

Europa perjudicada

23 mayo, 2018
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Actualizado: 23 mayo, 2018 13:38
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Vivimos en un mundo globalizado con innumerables conexiones entre las distintas economías. Los acuerdos entre los gobiernos de dos economías concretas acaban afectado a muchas otras áreas económicas, aunque no sean partícipes de dichos acuerdos.

La nueva política internacional de EE.UU. centrada en el bilateralismo en lugar del multilateralismo, es decir, acuerdos con cada socio en lugar de acuerdos  conjuntos de países, tiene consecuencias perniciosas para Europa. EE.UU. amenaza a China con una guerra comercial y le solicita que reduzca su déficit comercial entre los dos países en $200.000 millones de dólares, mediante el incremento de las importaciones china de productos estadounidenses. La cuantía solicitada excede la valoración de los bienes y servicios exportados por EE.UU. a China en 2017.

Parece existir un principio de acuerdo por parte de las autoridades chinas respecto a dicha demanda. Quizás sea más fácil en una economía dirigida como la china decidir que bienes compran sus empresas y ciudadanos, y su procedencia, algo impensable en una economía de mercado occidental. En cualquier caso, no es presumible que China aumente sus importaciones globales en dicho importe, sino que reducirá las importaciones de otros destinos. Sustituirá bienes europeos y de otras latitudes por importaciones estadounidenses.

Salvo que el aumento de las importaciones chinas desde EE.UU. se centren en petróleo y derivados, algo factible sólo en parte, el gran perjudicado de este posible acuerdo será Europa.

La retirada de EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán y la imposición de sanciones al régimen iraní, también tiene efectos perniciosos sobre Europa. Las sanciones se extienden a las empresas y bancos que comercian con Irán. Desde la firma del acuerdo a seis bandas (EE UU, R.U., Francia, China, Rusia y Alemania) con Irán en 2015 son numerosas las empresas europeas que operan con el país persa y que ahora se enfrentan a posibles sanciones si no cesan dichas actividades. Entre estas están compañías como la petrolera Total, Siemens, Airbus, Renault o Peugeot. Las grandes beneficiadas serán las empresas chinas y rusas que sustituirán en gran parte a las empresas europeas.

La economía global tiene tantos vasos comunicantes entre las distintas áreas, que los efectos de cualquier medida de política comercial o exterior de EE.UU. acaba afectando a todo el mundo, y en especial a la economía europea. El gran perjudicado hasta la fecha de la nueva política exterior estadounidense no es China, sino Europa de forma indirecta.

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