Las petroleras se pintan de verde
Algo se mueve en los accionariados de las grandes petroleras y la motivación detrás de ello es la creciente presión para acelerar sus estrategias contra el cambio climático. Los accionistas de Chevron votaban el miércoles a favor de una propuesta para reducir las emisiones de los clientes de la compañía. La junta anual de la petrolera estadounidense se ha opuesto así al consejo de administración, que había instado a los accionistas a rechazar la propuesta.
La votación de Chevron se producía el mismo día que la juez Larisa Alwin del tribunal de La Haya ordenaba a Royal Dutch Shell reducir sus emisiones en un 45% para 2030, mucho más rápido de lo que la compañía había planeado. Todo un impulso sin precedentes para responsabilizar a la petrolera la anglo-holandesa de su contribución al cambio climático.
Los inversores activistas también están ganando la batalla contra las compañías contaminantes. Engine No.1, un pequeño ‘hedge fund’ con apenas el 0,02% del capital de Exxon Mobil se aseguraba en la misma semana al menos dos puestos en el consejo de administración de la mayor petrolera del mundo, con una capitalización de 250.000 millones de dólares, para seguir presionando a la compañía a mejorar su plan de lucha contra el calentamiento global.
Por su parte, los inversores de otro gigante americano del sector, ConocoPhillips, rechazaron a principios de mayo respaldar al consejo de administración en una iniciativa similar para un objetivo de reducción de emisiones. Y el viernes la junta de accionistas de Total aprobaba el cambio de nombre de la energética francesa a Total Energies y una nueva estrategia centrada en las renovables.
La Agencia Internacional de la Energía ha advertido que los nuevos proyectos de combustibles fósiles deben detenerse este año si el mundo quiere alcanzar las cero emisiones netas de carbono a mediados de siglo, un ritmo mucho más rápido que el previsto hasta ahora por las grandes petroleras.