De estar ‘confitados’ a estar ‘defasados’
¿Cómo explicar que el Nasdaq esté en tablas? ¿Que el mercado haya rebotado hasta un 30% desde los mínimos marcados en marzo? Sencillo: Hemos pasado de estar al borde del precipicio, a estar pensando en la desescalada y la vuelta a la actividad. Hemos pasado de la histeria por comprar papel higiénico en el supermercado, a la responsabilidad de quedarnos en casa. Y, de estar “confitados” a estas “desafasados”.
El mercado se mueve por expectativas. Ya sabemos que la recesión está aquí y va a ser la más importante de la historia. También va a ser la más breve de la historia ¡eso, al menos esperamos todos! Los bancos centrales han actuado con toda su artillería: bajando tipos de interés y utilizando lo que llaman “herramientas no convencionales”; inyectando liquidez a los bancos para que fluya el crédito y comprando deuda a vencimiento: creación de una base
monetaria de más de 3 billones entre FED y BCE. El dinero debe llegar a las empresas y a las familias para evitar daños estructurales a la economía.
Los gobiernos han actuado también con políticas ficales y más que tendrán que actuar. A pesar de que salgan con más endeudamiento y más déficit, lo importante es evitar que esta crisis sanitaria derive en una crisis financiera y que, por lo tanto, provoque daños estructurales al tejido productivo. Los gobiernos seguirán actuando y tendrán que realizar inversiones aún más importantes en sectores clave: tecnología, salud y también en la lucha contra el cambio climático.
Lo que sí que parece cada vez más evidente es que la recuperación no será en V ¡Vamos con la sopa de letras! El mayor temor es que sea una W porque tengamos una rebrote del virus a la vuelta del verano y tengamos que asumir, de nuevo, quedarnos en casa y cierre de la actividad total o parcial. La mayor esperanza? Que la recuperación sea en U, y para ser realista, que no empecemos a ver esa recuperación hasta bien entrado 2022.