Renta mínima ¡Echen cuentas!
Hernández de Cos, el gobernador del Banco de España, decía hace unos días que para salir de la crisis profunda del Covid19 se necesitaría el acuerdo de todos los partidos políticos y que ese acuerdo se extendiera por varias legislaturas.
Explicaba que, ante la recesión que se avecina no habrá más remedio que ajustar gastos, incrementar ingresos vía impuestos – en el radar IVA, Sociedades e IRPF- y acometer reformas estructurales.
Bruselas vigilará de cerca y pondrá condiciones a cada euro que nos preste o que respalde. ¿Sobre la mesa? La reforma de las pensiones y quién sabe si además reforma de las prestaciones por desempleo y recorte de salario de los funcionarios. Las cuentas no salen.
Habrá que ajustar a partir de 2021. Echemos números. En España 11.2 millones de trabajadores cobran de la empresa privada y 17 millones de las administraciones españolas. ¿Cómo me salen las cuentas? Tenemos 8,8 millones de pensionistas y 3,8 millones de parados. Pero además hay que sumar 2.6 millones de funcionaros y las ayudas que el Estado aporta a 1,1 millón de autónomos y a los 3,4 millones de trabajadores acogidos a un ERTE.
España es un país donde la primera empresa es el Estado y además queremos seguir por este camino. Este viernes está previsto que el Consejo de Ministros apruebe la renta mínima del ministro Escrivá. Supondrá entre 3.000 y 5.000 millones de euros, más ruina para un país que el año pasado se gastó más de 32.882 millones de lo que recaudó. La renta mínima hay que poder pagarla, pero además hay que aclarar en qué situación quedan los actuales programas sociales de las comunidades autónomas, ya de por sí muy desiguales, y marcar reglas claras para posibles intentos de cobro irregular de las prestaciones. No me cuadra nada.
¡Claro que es necesario el ayudar a los más vulnerables y evitar la cronificación de la pobreza y la brecha social! Eso no lo pongo en duda. Pero, ¡cuidado con aprobar rentas universales y permanentes! Puede terminar convirtiéndose en un bumeran para el empleo y el crecimiento económico.