CORONACRASH

CORONACRASH

04 marzo, 2020
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Actualizado: 04 marzo, 2020 9:00
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Mientras nos frotábamos las manos con los máximos europeos y no digamos con la ruptura cuasi diaria de los de Wall Street, ha llegado el coronavirus y ha terminado la fiesta. La llegada a Italia de golpe como una bomba de los primeros contagiados con 7 muertos iniciales en apenas dos días y la subida en vertical de los contagiados ha cambiado el panorama. Junto con la extensión de la epidemia en Corea del Sur y en Irán las preocupaciones han crecido en dos direcciones.

La primera, que a pesar de que el aumento de fallecidos se va conteniendo en China, la expansión del Covid19 es cada vez mayor sin que parezca que las medidas de contención hagan efecto. La más contundente y efectiva… aislar. La segunda, el efecto económico que en principio parecía limitado en tiempo y forma y ahora adquiere carácter expansivo, aunque sin seguridad. En los primeros brotes de la enfermedad se hablaba de un efecto intenso en China, pero limitado. Es decir, crecerían menos en el primer trimestre para recuperarse en el global del ejercicio.

Ahora la cosa cambia. El daño puede ser más profundo y estructural, a lo que añadir el efecto en otras economías como la estadounidense: Goldman Sachs recorta su previsión de crecimiento. Indica que hasta marzo el PIB de EEUU podría crecer dos décimas menos de lo previsto hasta el 1,2%. O en Italia donde

Nadie se atreve a decir cuál será el efecto real del coronavirus en la economía, más allá de manejar escenarios como hace la OCDE, más allá de los efectos sociales que ya se están evidenciando y que bien podría ser el guion de una serie sobre catástrofes. Ni el G7 incluyendo a sus bancos centrales quiere iniciar medidas hasta ver hasta dónde llega. Pero lo real es que lo empezó el año pasado como un run run, con la inversión de la curva de tipos que a veces anticipa recesión puede convertirse en una variante: un Coronacrash en toda regla si no se remedia.

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