Reinventarse

Siempre me ha llamado poderosamente la atención la capacidad que tienen las empresas para reinventarse. En muchas ocasiones se trata de un mero ejercicio de superviviencia. Pero saber dónde dirigirse para cambiar de actividad en este mundo tan disruptivo e impredecible salido de la crisis es un reto corporativo de primer orden.

Esta semana se ha presentado el nuevo banco de Orange en España. Una compañía de telecomunicaciones que ante la evidencia de la caída de su facturación en un negocio sobresaturado de enseñas, quiere utilizar sus posibilidades actuales para ser un partícipe de primer orden en el sector financiero. Es la primera teleco en entrar en el negocio y ya cuenta en Francia con 300.000 clientes.

También en los beneficios de la banca entra de lleno Google. Con «Caché» que así se llama el proyecto, y de la mano de dos entidades Citigroup y Stanford Federal Credit Union, quiere centarse en lo que de verdad controla: los datos y abrirse paso hasta la cocina de nuestras finanzas. Y lo hará, en una maniobra lejos de los problemas de Facebook con su cripto » Lybra», con los bancos como colaboradores necesarios. Pero también hay bancos que abren su mirada a nuevas líneas de negocio. Así Caixabank ha buscado un valor añadido en el renting más allá de lo que ofrecen sus competidoras. Tanto es así que ya vende más coches a particulares que a empresas. Y lo hace con toda la maquinaria de sus sucursales y empleados con un modelo único, que en el caso por ejemplo de los vehículos Mini en el mes de septiembre, le ha convertido en uno de los mayores vendedores de turismos de España.