Sostenibilidad

Esta semana en Davos más de 125.000 multimillonarios entre los que se encuentran los primeros dirigentes económicos y políticos van a debatir entre otros asuntos por el futuro del capitalismo que este año viene con apellido: sostenible.

Ya no parece que se trate de una moda que queda bien en la páginas de la empresa sobre Responsabilidad Social Corporativa o de cara a los clientes. Todavía está en pañales pero los primeros pasos ya se están dando: las compañías y los gobiernos invierten en bonos verdes y el BCE señala que la sostenibilidad se añadirá al leit motiv de la entidad.

Pero a fuerza obligan. Porque el informe del FMI de perspectivas globales presentado en el Foro Económico Mundial  ya habla en su riesgos del efecto del cambio climático que pone en peligro los logros económicos y no solo a las regiones afectadas. Derivas como las migraciones transfronterizas y las tensiones financieras entre otros en el sector asegurador ya se vislumbran en el ambiente. Todo un reto que evidencia desde noviembre Australia. El último en evidenciarlo, el mayor inversor del mundo, con más de 7 billones de dólares gestionados: Blackrock. Su consejero delegado, Larry Fink, uno de los fijos en Davos, acaba de anunciar que reorientará todos sus productos a inversiones más sostenibles. Nada de combustibles fósiles, transparencia y la integración absoluta de la sostenibilidad en la construcción de sus carteras y la gestión de riesgo. Y esto son palabras mayores.